[Anciano Restaurado]

Johan123 gracias por compartir lo que piensas, tus tribulaciones y tus pensamientos negativos, puesto que requiere valentía para desahogarte con personas que no conoces y a las que siempre te han enseñado a ver como enemigos de Dios.

Como lo señala mi nick, soy anciano de congregación y lo que expresas es muy frecuente verlo, especialmente en comunidades vulnerables económicamente: familias sin estabilidad financiera, hijos que crecen bajo el adoctrinamiento y que viven esa doble vida entre comportarse como Testigo de Jehová o buscar el crecimiento como ser humano, con pensamiento crítico y ganas de superarse cada día.

No deseo darte consejos pero sí te invito a responderte preguntas clave:
1. Si económicamente no estoy bien, ¿desea Jehová que sufra tantas necesidades o, más bien, que busque un trabajo formal y bien pagado que me permita cumplir con las obligaciones de mantener a mi esposa, darle un techo digno, cubrir las deudas adquiridas y ahorrar para imprevistos futuros?

2. ¿Qué significan las palabras "Quiero honra, no sacrificios"? En ese sentido, ¿por qué desearía Jehová que tú vivas en condiciones indignas mientras que quienes dirigen la organización a todas luces disfrutan de comodidades que están fuera del alcance de cualquier publicador?

3. Si pudiste estudiar una carrera técnica y tienes un certificado que lo demuestre, ¿qué impide que busques un empleo formal? Y en caso de que no hayas podido estudiar aún, ¿qué impide que te inscribas en programas de formación técnico-laboral y empieces desde ya a forjar tú mismo un nuevo rumbo para tu vida? 

4. ¿Puedes abrirte con tu esposa y hablar con franqueza sobre tus preocupaciones y puede ella apoyarte en todo este proceso para darse la oportunidad de crecer juntos? Esto lo digo no porque piense que ella no te quiere, sino porque en caso similares las esposas cristianas esperan que sus esposos sean más proactivos y tomen la iniciativa en sacar adelante la familia, sin que ellas tengan que andar recordándolo.

No te digo que abandones la congregación, proceso en el que mi esposa y yo nos encontramos en este momento, sino que aprendas a distinguir entre lo que está a tu alcance el poder hacer: desarrollar el pensamiento crítico, poner sobre la balanza los más importante, es decir, a ti mismo y a tu esposa. Y sobre todo, tener presente que si no luchas por salir adelante, nadie vendrá a resolver tus problemas.