[Leviatán]

En el 2006 mientras trabajaba con un anciano, por error tomé un cuaderno de notas de la mesa de trabajo (pues era igual al mío, por eso lo tomé porque creía que era el mío) y me lo llevé a casa. En la noche cuando me senté a revisar "mi cuaderno" encontré que en cada hoja estaba el nombre de un publicador y debajo de su nombre todo su sucio historial. En la siguiente hoja otro publicador y así hasta el final.

Recuerdo que lo primero que hice (por instinto o por adoctrinamiento) fue cerrar de golpe el cuaderno y quedarme congelado y con los ojos bien abiertos. Sin embargo, una idea pasó por mi mente: "¿Y mi nombre estará aquí?"

Fue fácil encontrar mi nombre pues hasta ordenado alfabéticamente estaba. Y encontré cosas privadas mías incluso desde mi tierna infancia en la organización. Cosas que solo se las había contado a gente de mucha confianza. Ya se imaginarán la que se armó esa vez. Los otros ancianos prácticamente se rasgaron sus prendas de vestir diciendo que lo que yo había visto no era lo usual y que incluso mamá organización desaconsejaba tal cosa (llevar registros de ese tipo).