18 Jul, 2019, 07:03 PM
Hola a todos esta tarde quiero compartir con ustedes mi investigación bíblica sobre este tema, sé que habrá opiniones encontradas y eso es normal pero yo defiendo mi postura sobre esta enseñanza amparado únicamente en la Biblia.
Muy raras veces se hará referencia a este tema desde el púlpito en una iglesia, es un tema espinoso y desagrada a la mayoría de las personas; sin embargo, vale la pena analizar las referencias bíblicas sobre este asunto ya que no estamos exentos de algún día vernos orillados a tomar una acción de esta naturaleza. En las 2 guerras mundiales del siglo XX católicos ingleses pelearon contra católicos italianos, protestantes franceses pelearon contra protestantes alemanes, en ambos bandos el Eje conformado por Alemania, Italia y Japón se enfrascaron en lucha encarnizada contra el bando de los Aliados compuesto por Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y la extinta Unión Soviética. Los clérigos de las iglesias protestantes, católica y ortodoxa bendijeron a sus feligreses nacionales para ir a la guerra contra los miembros de las naciones enemigas, aunque aquellas personas eran miembros de su misma religión.
En la Biblia encontramos información interesante sobre el quitarle la vida a una persona. En el libro del Génesis capítulo 14 se narra el conflicto bélico entre Bera rey de Sodoma y Birsá rey de Gomorra contra Kedorlaomer rey de Elam, este último rey secuestró a Lot sobrino del patriarca Abraham padre de quien desciende el pueblo judío. Narra el relato bíblico que para liberar a su sobrino el patriarca reunió a 318 hombres de su casa, utilizaron la fuerza y para derrotarlos mataron a una gran cantidad de enemigos, el mismo Abraham llegó a derramar sangre con una espada para liberar a su sobrino. Después de vencer a Kedorlaomer se menciona que Melquisedec quien era sacerdote del Dios de la Biblia sacó pan y vino y bendijo al patriarca Abraham con las siguientes palabras: "¡Bendito sea Abram del Dios Altísimo, Productor del cielo y la tierra, y bendito sea el Dios Altísimo, que ha entregado a tus enemigos en tu mano!" (Génesis 14:18-20).
Con el permiso de Dios creador del cielo y de la tierra cuyo nombres es Jehová (Salmos 83:18), el patriarca Abraham estuvo facultado para emplear fuerza letal contra enemigos malintencionados que querían hacer daño a su familia. Podemos entender bíblicamente que es posible matar a una persona con el objetivo de proteger a miembros de nuestra propia familia, la conciencia del patriarca nunca se vio perturbada por lo que tuvo que hacer para salvar a su sobrino.
Otro patriarca del pueblo judío fue Moisés a quien se le entregó los 10 Mandamientos en el Monte Sinaí, el 6° mandamiento es: "no matarás" (Éxodo 20:13). El sentido en que la Palabra fue dada es sobre las intenciones del corazón: matar, asesinar o cometer homicidio impulsado por el odio a tu prójimo. En el Antiguo Israel nadie podía matar por cualquier motivo, existían las ejecuciones pero eran vistas como castigo para aquellos infractores de la Ley Mosaica. Cuando alguien cometía homicidio los estatutos eran claros: "cuando el caso es que no hay sentencia de muerte para él, porque no le tenía odio con anterioridad" (Deuteronomio 19:6). Más adelante la Ley aclara sobre ir a la guerra: "y tienes que herir a todo varón de ella a filo de espada" (Deuteronomio 20:13). Versículos más adelante Jehová ordena bajo la Ley dar por entero a la destrucción a los pueblos cananeos, matar no era sobre odiar al cananeo sino cumplir un mandato del Altísimo (Deuteronomio 20:15-18).
Los casos anteriores son historias del Antiguo Testamento y aplican exclusivamente al pueblo judío, ¿qué sucede con nosotros los cristianos? Jesucristo y sus doce apóstoles junto con el apóstol Pablo eran judíos por nacimiento y practicantes del judaísmo; pero, siendo todos ellos judíos y vivir en Palestina, enseñaron cosas totalmente diferentes lo que conocemos como Nuevo Testamento. Jesús predicó que en alguna disputa el cristiano debe poner la otra mejilla y amar a su enemigo, él no se puso a maldecir cuando lo fijaron a la cruz o madero de tormento (Lucas 6:27-29). Jesús cuando habló sobre poner la otra mejilla se refería a sentir odio; odiar a tu enemigo, ceder en una disputa y no discutir al punto de generar un conflicto verbal que terminara en una pelea, no trató el tema de si un seguidor suyo es atacado y cómo debe defenderse. Por el único hecho de ser cristiano no significa que por poner la otra mejilla uno debe dejarse golpear, apuñalar o incluso asesinar, las personas tienen DERECHO a defenderse y defender a los suyos como Abraham defendió al justo Lot.
Los apóstoles estaban armados con dos espadas una de ellas la tenía el apóstol Pedro la otra quizás Simón el Zelote, el impetuoso Cefas forma hebrea del nombre Pedro desenvainó la espada en el griego se escribe machaira y cortó la oreja derecha del esclavo del sumo sacerdote, Jesús ordenó al apóstol volver la espada a la vaina y afirmó que "quienes toman la espada perecerán por la espada" (Lucas 6:15, 22:38; Juan 18: 10).¿Cómo podemos entender "quienes toman la espada perecerán por la espada"? Si Pedro mataba al esclavo del sumo sacerdote los apóstoles serían culpables de asesinato, un delito por el que afrontarían la pena de muerte y no habría quien predicara el evangelio. Otro resultado es que tal vez en el jardín de Getsemaní los 3 apóstoles Pedro, Santiago (Jacobo) y Juan pudieron haber muerto en combate contra quienes arrestaron a Jesús, la Biblia no menciona cuántos guardias se presentaron al jardín pero si únicamente un apóstol estaba armado.
Por todo lo anterior podemos concluir que matar a una persona en defensa propia sin sentir odio es bíblicamente legal, en algunos países como Estados Unidos la defensa propia es un derecho y debe ser ejercido. Si a tu casa ingresa un ladrón y por medio de la violencia quiere hacerte daño y violar a tu hija, tienes TODO el DERECHO de usar un arma y quitarle la vida, el dicho de Jesús "los que toman la espada perecerán por la espada" es aplicable a aquellos que utilizan la violencia para despojar al prójimo, ellos ya tienen odio en el corazón y con justicia se les puede dar muerte sin violar el 6° mandamiento: "no cometerás homicidio".
El Entendimiento Verdadero.
"El peor enemigo de la Sagrada Escritura es la imaginación humana", El Zelote