11 Mar, 2021, 12:26 PM
“Así que vayan y hagan discípulos de gente de todas las naciones. Bautícenlos en el nombre del Padre, del Hijo y del espíritu santo” Mateo 28:19 y 20.
Basado en este texto bíblico, las religiones cristianas en general concuerdan en suministrarte el bautismo utilizando la fórmula: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; incluso si cambias de denominación no te piden que vuelvas a bautizarte en tu nueva iglesia, usualmente se considera válido para cualquier iglesia siempre y cuando hayas sido sumergido en nombre del Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Como dato curioso, en los tiempos de Charles Taze Rusell no se exigía a los estudiantes de la biblia que volvieran a bautizarse siempre y cuando haya sido por inmersión y hubieran entendido el significado del acto.
El primer cambio importante se dio en 1955, la Atalaya 155 de noviembre página 700 indicó que era necesario bautizarse si el anterior no fue en símbolo de dedicación (primer error aquí: la biblia nunca habla de dedicarse como un requisito para bautizarse).
Después La Atalaya del 15 de noviembre de 1956 declaró inválido los bautismos de otras religiones, e indicó la necesidad de volverse a bautizar como testigo de Jehová. Pero fuera de este cambio de actitud, veamos los cambios en las preguntas para quienes se bautizan en la organización:
En 1942 las preguntas eran:
1. ¿Cree usted en Jehová Dios el Padre, que "la salvación pertenece a Jehová", y que Jesucristo es su Hijo en cuya sangre son lavados sus pecados y por medio de quien obtiene la salvación de Dios?
2. Por tanto, ¿Ha confesado usted sus pecados a Dios, y ha pedido ser limpiado mediante Jesucristo y, por tanto, se ha vuelto del pecado y del mundo y se ha consagrado sin reserva a Dios para hacer su voluntad?
¿Qué podemos decir? Es cierto que las preguntas reconocen la necesidad de arrepentirse de los pecados, y el papel primordial del Padre y del Hijo en la salvación… pero omiten al Espíritu Santo.
En 1956 las preguntas cambian a:
1. ¿Se ha reconocido usted ante Jehová como pecador que necesita salvación y ha reconocido ante Él que dicha salvación procede de Él, ¿el Padre, a través de su hijo Jesucristo?
2. Sobre la base de esa fe en Dios y en sus provisiones para la salvación, ¿Se ha dedicado sin reserva a Dios para, en adelante, hacer su voluntad de la forma como Él se la revele a usted a través de Jesucristo y a través de la Biblia bajo la iluminación del espíritu santo?
Estas preguntas sí reconocen el papel del Padre, Hijo y Espíritu Santo como medios para la salvación. Para 1985 las preguntas cambian a:
1. Sobre la base del sacrificio de Jesucristo, ¿se ha arrepentido usted de sus pecados y se ha dedicado a Jehová para hacer la voluntad de él?
2. ¿Comprende usted que su dedicación y bautismo lo identifican como testigo de Jehová asociado con la organización que Dios dirige mediante Su espíritu?
Nuevamente se introduce el concepto no bíblico de la dedicación como necesaria para el bautismo, y por primera vez se asocia a la organización como un medio para la salvación, se sigue incluyendo al Espíritu, para algunos puede no ser importante que diga “Espíritu”, en vez de “Espíritu Santo”, pero también es un detalle a considerar, como indicó Ray Franz en su libro Libertad Cristiana “Claramente lleva la idea de que el Espíritu Santo de Dios no opera en la persona que se bautiza, salvo en conexión con la organización Watch Tower.”
¿Qué ha pasado en los últimos años? Su servidor se bautizó en el 2008, como a los 15 años de edad, y las preguntas que se me plantearon, se basaron en el libro Organizados para Hacer la Voluntad de Jehová, el cual se publicó en el 2005, las preguntas son más o menos similares a las que se plantean desde 1985. En la actualización de este libro que salió en el 2015 las preguntas eran todavía similares, y aunque no estaba de acuerdo en sustituir el “Espíritu Santo” por “La organización que Jehová dirige mediante su Espíritu” aún creía que el Espíritu estaba presente en la fórmula bautismal, y que de manera un poco ambigua aún bautizábamos discipulos en el nombre del Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Pero este libro tuvo una actualización en el 2019, y noten las preguntas que se hacen ahora a quienes desean bautizarse:
1. ¿Se ha arrepentido de sus pecados, se ha dedicado a Jehová y ha aceptado que Jesucristo es el medio que Dios ha provisto para la salvación?
2. ¿Comprende que al bautizarse demuestra públicamente que es Testigo de Jehová y que desde ahora forma parte de la organización de Dios?
Ahora sí, ni rastro del espíritu Santo, la organización ha tomado de lleno su lugar. Los testigos adoctrinados intentarán justificarlo diciendo que si aceptamos a Jehová por ende aceptamos al espíritu Santo, pero si fuera así de sencillo entonces ¿para qué mandó Cristo que se reconociera al espíritu Santo para el bautismo?
Entonces ¿están bautizando los Testigos de Jehová discipulos para Cristo o para su organización? ¿Es válido el bautismo de los Testigos de Jehová? ¿están bautizando en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo?
Evidentemente no.
Basado en este texto bíblico, las religiones cristianas en general concuerdan en suministrarte el bautismo utilizando la fórmula: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; incluso si cambias de denominación no te piden que vuelvas a bautizarte en tu nueva iglesia, usualmente se considera válido para cualquier iglesia siempre y cuando hayas sido sumergido en nombre del Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Como dato curioso, en los tiempos de Charles Taze Rusell no se exigía a los estudiantes de la biblia que volvieran a bautizarse siempre y cuando haya sido por inmersión y hubieran entendido el significado del acto.
El primer cambio importante se dio en 1955, la Atalaya 155 de noviembre página 700 indicó que era necesario bautizarse si el anterior no fue en símbolo de dedicación (primer error aquí: la biblia nunca habla de dedicarse como un requisito para bautizarse).
Después La Atalaya del 15 de noviembre de 1956 declaró inválido los bautismos de otras religiones, e indicó la necesidad de volverse a bautizar como testigo de Jehová. Pero fuera de este cambio de actitud, veamos los cambios en las preguntas para quienes se bautizan en la organización:
En 1942 las preguntas eran:
1. ¿Cree usted en Jehová Dios el Padre, que "la salvación pertenece a Jehová", y que Jesucristo es su Hijo en cuya sangre son lavados sus pecados y por medio de quien obtiene la salvación de Dios?
2. Por tanto, ¿Ha confesado usted sus pecados a Dios, y ha pedido ser limpiado mediante Jesucristo y, por tanto, se ha vuelto del pecado y del mundo y se ha consagrado sin reserva a Dios para hacer su voluntad?
¿Qué podemos decir? Es cierto que las preguntas reconocen la necesidad de arrepentirse de los pecados, y el papel primordial del Padre y del Hijo en la salvación… pero omiten al Espíritu Santo.
En 1956 las preguntas cambian a:
1. ¿Se ha reconocido usted ante Jehová como pecador que necesita salvación y ha reconocido ante Él que dicha salvación procede de Él, ¿el Padre, a través de su hijo Jesucristo?
2. Sobre la base de esa fe en Dios y en sus provisiones para la salvación, ¿Se ha dedicado sin reserva a Dios para, en adelante, hacer su voluntad de la forma como Él se la revele a usted a través de Jesucristo y a través de la Biblia bajo la iluminación del espíritu santo?
Estas preguntas sí reconocen el papel del Padre, Hijo y Espíritu Santo como medios para la salvación. Para 1985 las preguntas cambian a:
1. Sobre la base del sacrificio de Jesucristo, ¿se ha arrepentido usted de sus pecados y se ha dedicado a Jehová para hacer la voluntad de él?
2. ¿Comprende usted que su dedicación y bautismo lo identifican como testigo de Jehová asociado con la organización que Dios dirige mediante Su espíritu?
Nuevamente se introduce el concepto no bíblico de la dedicación como necesaria para el bautismo, y por primera vez se asocia a la organización como un medio para la salvación, se sigue incluyendo al Espíritu, para algunos puede no ser importante que diga “Espíritu”, en vez de “Espíritu Santo”, pero también es un detalle a considerar, como indicó Ray Franz en su libro Libertad Cristiana “Claramente lleva la idea de que el Espíritu Santo de Dios no opera en la persona que se bautiza, salvo en conexión con la organización Watch Tower.”
¿Qué ha pasado en los últimos años? Su servidor se bautizó en el 2008, como a los 15 años de edad, y las preguntas que se me plantearon, se basaron en el libro Organizados para Hacer la Voluntad de Jehová, el cual se publicó en el 2005, las preguntas son más o menos similares a las que se plantean desde 1985. En la actualización de este libro que salió en el 2015 las preguntas eran todavía similares, y aunque no estaba de acuerdo en sustituir el “Espíritu Santo” por “La organización que Jehová dirige mediante su Espíritu” aún creía que el Espíritu estaba presente en la fórmula bautismal, y que de manera un poco ambigua aún bautizábamos discipulos en el nombre del Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Pero este libro tuvo una actualización en el 2019, y noten las preguntas que se hacen ahora a quienes desean bautizarse:
1. ¿Se ha arrepentido de sus pecados, se ha dedicado a Jehová y ha aceptado que Jesucristo es el medio que Dios ha provisto para la salvación?
2. ¿Comprende que al bautizarse demuestra públicamente que es Testigo de Jehová y que desde ahora forma parte de la organización de Dios?
Ahora sí, ni rastro del espíritu Santo, la organización ha tomado de lleno su lugar. Los testigos adoctrinados intentarán justificarlo diciendo que si aceptamos a Jehová por ende aceptamos al espíritu Santo, pero si fuera así de sencillo entonces ¿para qué mandó Cristo que se reconociera al espíritu Santo para el bautismo?
Entonces ¿están bautizando los Testigos de Jehová discipulos para Cristo o para su organización? ¿Es válido el bautismo de los Testigos de Jehová? ¿están bautizando en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo?
Evidentemente no.