08 Apr, 2022, 11:37 AM
¡Hola!
Para un mejor entendimiento de mi historia y de lo que cuento en este post, si deseas puedes leer antes los dos siguientes. El primero es mi presentación en este foro y el segundo es una actualización de mi historia hace justamente dos años.
Hola. Me presento. Soy nuevo acá... o no tanto.
Actualizando mi experiencia (Marzo de 2020)
Estaba muy claro para mí que el momento decisivo en nuestro nuevo estado de cosas iba a cambiar una vez se anunciaran las reuniones presenciales pues con actividades por Zoom fue relativamente fácil para nosotros pasar por debajo del radar. Pero con el anuncio de que se reiniciaban reuniones en abril y que la Conmemoración el paso siguiente era contarle a nuestras familias que no íbamos a volver a las reuniones ni a predicar, cosa que efectivamente hicimos.
Fueron conversaciones largas y difíciles en las cuales mis padres y los de mi esposa reaccionaron como esperábamos que lo hicieran y la están pasando muy muy mal justo en estos momentos. No solo ellos, nosotros también estamos muy tristes, pero no hay nada qué hacer como ustedes muy bien lo saben. Aun así las conversaciones entre nuestros y padres y nosotros se han reducido al mínimo posible pues para ellos realmente ya no somos TJ y casi que nos están considerando de ese modo.
Acá vienen mis pensamientos. Así las cosas, ¿qué es más conveniente que hagamos a partir de ahora?
Ya no veníamos pasando informes y no volvimos a las reuniones. Algunos amigos (muy pocos en realidad) nos han puesto mensajitos por chat y otros (los más amigos) sencillamente nos dejaron de hablar hace más de un año. Los ancianos hablaron con nosotros hace un año también y con un “nos sentimos bien” nos dejaron y no han vuelto a preguntar nada.
PROS
* Nuestros padres no se sentirían tan mal de hablarnos con esas escasas conversaciones que ahora tenemos y es posible que con el tiempo (todo aún es muy reciente) se vayan sintiendo más cómodos en hacerlo y quizás permitir que incluso los visitemos en sus casas, cosas que expulsados o desasociados no permitirían jamás.
* No vendría esa ola de ostracismo que llega junto a las otras dos alternativas. No creemos para nada en la organización pero sí hay gente allá que apreciamos y la verdad no es tan bueno sentirse como una escoria delante de la gente que es lo que hacen sentir con una desasociación.
CONTRAS
* Continuar, así sea nominalmente, asociado a una religión en la que ya no crees ni estás de acuerdo con sus asuntos.
* Darles a las familias alguna esperanza, así sea pequeña de un retorno.
* Tener sobre nuestras cabezas constantemente la posibilidad de la expulsión como ‘espada de Damocles’. Me explico: En este momento estamos haciendo cosas que dentro de la organización sería perfectamente viable una expulsión: Estamos celebrando cumpleaños de amigos no TJ, tenemos asociación con antiguos amigos TJ que estaban expulsados y que renovamos amistad, y así. No nos estamos escondiendo por lo que eventualmente si llega a conocerse nos pudieran citar a un comité judicial. Y ahí llega otro asunto: No quisiéramos aceptar como si estuviéramos de acuerdo con sus leyes un procedimiento de estos.
PROS
* Listo, pasamos la carta y también pasaríamos la página de este largo episodio de nuestras vidas.
CONTRAS
* Ya lo decía arriba, para un TJ (y toda nuestra familia lo es) una desasociación es el escalón más bajo en el que puede caer una persona. La palabra que usó alguien cercano a nosotros en estos días era que provocaba repugnancia.
* Sería un golpe muy muy bajo para nuestros padres. La tristeza sería inmensa, mucho más que la que tienen ahora
* Pasar la carta implicaría estar de acuerdo con otro procedimiento más del CG y su carga de leyes no escritas que tienen.
Pues como dije arriba… dejar que las cosas sigan su curso natural y esperar la inminente expulsión. No asistiríamos al comité por supuesto y la expulsión sería en nuestra ausencia. No sé si está opción tiene PROS o CONTRAS ¡Todo es tan extraño con esta gente!
***
Así vamos… pensando opciones. Nací siendo TJ, y conozco esa religión hasta las entrañas mismas y aún así no deja de asombrarme después de escribir este post las cosas que tiene uno que pensar, hacer y permitir que pasen. La verdad es algo surreal.
Sé que es nuestra decisión pero también sé que otros puntos de vista nos pueden ayudar a saber qué hacer de ahora en adelante.
Un saludo a todos.
V.
Para un mejor entendimiento de mi historia y de lo que cuento en este post, si deseas puedes leer antes los dos siguientes. El primero es mi presentación en este foro y el segundo es una actualización de mi historia hace justamente dos años.
Hola. Me presento. Soy nuevo acá... o no tanto.
Actualizando mi experiencia (Marzo de 2020)
Estaba muy claro para mí que el momento decisivo en nuestro nuevo estado de cosas iba a cambiar una vez se anunciaran las reuniones presenciales pues con actividades por Zoom fue relativamente fácil para nosotros pasar por debajo del radar. Pero con el anuncio de que se reiniciaban reuniones en abril y que la Conmemoración el paso siguiente era contarle a nuestras familias que no íbamos a volver a las reuniones ni a predicar, cosa que efectivamente hicimos.
Fueron conversaciones largas y difíciles en las cuales mis padres y los de mi esposa reaccionaron como esperábamos que lo hicieran y la están pasando muy muy mal justo en estos momentos. No solo ellos, nosotros también estamos muy tristes, pero no hay nada qué hacer como ustedes muy bien lo saben. Aun así las conversaciones entre nuestros y padres y nosotros se han reducido al mínimo posible pues para ellos realmente ya no somos TJ y casi que nos están considerando de ese modo.
Acá vienen mis pensamientos. Así las cosas, ¿qué es más conveniente que hagamos a partir de ahora?
INACTIVIDAD
Ya no veníamos pasando informes y no volvimos a las reuniones. Algunos amigos (muy pocos en realidad) nos han puesto mensajitos por chat y otros (los más amigos) sencillamente nos dejaron de hablar hace más de un año. Los ancianos hablaron con nosotros hace un año también y con un “nos sentimos bien” nos dejaron y no han vuelto a preguntar nada.
PROS
* Nuestros padres no se sentirían tan mal de hablarnos con esas escasas conversaciones que ahora tenemos y es posible que con el tiempo (todo aún es muy reciente) se vayan sintiendo más cómodos en hacerlo y quizás permitir que incluso los visitemos en sus casas, cosas que expulsados o desasociados no permitirían jamás.
* No vendría esa ola de ostracismo que llega junto a las otras dos alternativas. No creemos para nada en la organización pero sí hay gente allá que apreciamos y la verdad no es tan bueno sentirse como una escoria delante de la gente que es lo que hacen sentir con una desasociación.
CONTRAS
* Continuar, así sea nominalmente, asociado a una religión en la que ya no crees ni estás de acuerdo con sus asuntos.
* Darles a las familias alguna esperanza, así sea pequeña de un retorno.
* Tener sobre nuestras cabezas constantemente la posibilidad de la expulsión como ‘espada de Damocles’. Me explico: En este momento estamos haciendo cosas que dentro de la organización sería perfectamente viable una expulsión: Estamos celebrando cumpleaños de amigos no TJ, tenemos asociación con antiguos amigos TJ que estaban expulsados y que renovamos amistad, y así. No nos estamos escondiendo por lo que eventualmente si llega a conocerse nos pudieran citar a un comité judicial. Y ahí llega otro asunto: No quisiéramos aceptar como si estuviéramos de acuerdo con sus leyes un procedimiento de estos.
DESASOCIACIÓN
PROS
* Listo, pasamos la carta y también pasaríamos la página de este largo episodio de nuestras vidas.
CONTRAS
* Ya lo decía arriba, para un TJ (y toda nuestra familia lo es) una desasociación es el escalón más bajo en el que puede caer una persona. La palabra que usó alguien cercano a nosotros en estos días era que provocaba repugnancia.
* Sería un golpe muy muy bajo para nuestros padres. La tristeza sería inmensa, mucho más que la que tienen ahora
* Pasar la carta implicaría estar de acuerdo con otro procedimiento más del CG y su carga de leyes no escritas que tienen.
EXPULSIÓN
Pues como dije arriba… dejar que las cosas sigan su curso natural y esperar la inminente expulsión. No asistiríamos al comité por supuesto y la expulsión sería en nuestra ausencia. No sé si está opción tiene PROS o CONTRAS ¡Todo es tan extraño con esta gente!
***
Así vamos… pensando opciones. Nací siendo TJ, y conozco esa religión hasta las entrañas mismas y aún así no deja de asombrarme después de escribir este post las cosas que tiene uno que pensar, hacer y permitir que pasen. La verdad es algo surreal.
Sé que es nuestra decisión pero también sé que otros puntos de vista nos pueden ayudar a saber qué hacer de ahora en adelante.
Un saludo a todos.
V.