03 Apr, 2023, 01:13 AM
Buenas noches, me presento, me llamo Alejandro pero mi seudónimo es Skyler, actualmente tengo 19 años, estoy aquí porque quiero contar un poco sobre mi situación actual, tal vez para desahogarme un poco, ya que la gente no testigo que he conocido tal vez no comprendan mucho este tema.
Mi experiencia
Nunca me bauticé, solo tuve algunas asignaciones en la escuela del ministerio (aunque creo que han cambiado el nombre actualmente), y predicar cada domingo al terminar las reuniones.
Desde que tengo memoria, he crecido en "la verdad", era un niño tímido, que en los primeros recuerdos que tengo, tenía cierto rechazo en ir a las reuniones, me parecían aburridas, aunque eso cambió en un tiempo. A veces me obligaban a predicarle a alguien, con el argumento de que de esa manera iba a dejar la timidez, aunque realmente solo llegué a leer textos y dar tratados. Tuve malas experiencias en la escuela, aislarme porque mis amigos tenían que ser testigos de Jehová, no saludar a la bandera y en parte, por expresar que era testigo (porque me decían que tenía que decirlo con orgullo).
Recuerdo las veces que me prohibían ver algunas series animadas o algunos videojuegos, siendo uno de ellos, Spyro, me gustaba mucho pero no podía jugarlo porque era un dragón, y el dragón en satanás, en fin, pequeñas anécdotas. Lo mismo con Pokémon y asi.
Mi infancia era extraña, no me gustaba pero tenía que estar presente, pero hubo un momento en que tenía algo de interés, a mis 12 años aproximadamente, estaba muy pendiente de lo que la Watchtower decía, lo que algunos llamarían a eso "amar a Jehová", pero cuando más pasaba el tiempo, realmente encontraba cosas que no eran de mi agrado, me di cuenta de lo repetitivo que se hacían las reuniones, temas repetitivos como el paraíso, la gran tribulación, el mismo texto de apocalipsis y un largo etcétera.
Aún no me seguían gustando la predicación, salvo la excepción de que visitaba zonas que jamás hubiera visitado de no ser por esto, pero no me gustaba predicar.
Otro tema que me tenía abrumado era esa visión poco realista de dedicar las veinticuatro horas del día a Jehová, claro, no era algo que lo decían tal cual, eran sutiles en ello, aún si decían que cada uno da lo que puede, ese mensaje era como el ideal y claro, me sentía menos merecedor del paraíso por eso (que esa es otra, me decían que era egoísta de mi parte pensar en el paraíso como recompensa, que lo tenía que hacer de manera desinteresada porque si no, le daría la razón a satanás cuando le dijo a Dios que Job solo le servía por los bienes que tenía, cosa que me hacía sentir más culpable todavía).
Considero que el primer factor que hizo que dudara fue cuando leí Sofonías 2:3, aquel texto que decía que buscaran a Dios y luego decía que probablemente sea ocultado en el día de su enojo. No sé qué interpretación tengan ustedes en cuanto a ese texto, pero personalmente me hizo sentir muy mal, porque me daba a entender que no importaba nada lo que hiciera, que al final todo era un "quizás", había discutido esto con mi madre y me dijo que eso quería decir que puede que en la gran tribulación podamos cometer un pecado y eso ya no nos asegure que nos salvemos (que estamos en las mismas, hasta tener algo de miedo en la gran tribulación es considerado como falta de fé).
Luego de eso, seguía dentro, pero cada vez más desanimado y con pocas ganas de seguir, pero también, en constante miedo, recuerdo haber llorado una vez pidiendo perdón a dios, pero era algo que me estaba poniendo mal, así que llegó un momento en que dejé de ir a las reuniones.
Mi despertar llegó cuando busqué información de los testigos de Jehová a mis 14 y 15 años y descubrí muchas cosas, como el cambio constante de las doctrinas, las manipulaciones que demostraban que era una secta, empecé a ver varios vídeos sobre el tema y llegué a la conclusión de que me habían metido en una secta, desde que nací. Desde ese entonces, tuve mi momento de "rebeldía" donde hacía cosas para llevar la contraria, como cantar el himno nacional (aunque actualmente no soy muy patriótico jeje) y ser más abierto a la hora de hablar. Considero que tuve una mejora en mí mismo, en la comunicación, desde que abandoné la religión, por lo menos mentalmente porque nunca me bauticé como mencioné antes.
Mi situación actual
Aunque tuve un buen momento, siempre he tenido problemas con mi madre, mi papá vive lejos, actualmente se han divorciado por algunos temas (que también este tema tiene sus cosas, pero por respeto lo mantendré en privado), tengo que lidiar de vez en cuando las preguntas de cuándo "volveré a Jehová" y no tengo la valentía suficiente de decir que nunca, en parte porque no tengo independencia económica principalmente. Tengo que escuchar muchas veces afirmaciones como que las profecías están cayendo, porque hay crisis económicas y claro, la primera potencia en caer es la económica (no es como que hayan crisis cada cierto tiempo, pero en fin) y bueno, si el mensaje de alerta no funciona, entonces viene el chantaje emocional, donde mi madre se pone mal porque piensa que moriré en el armagedón, diciendo también que se siente mal de no haber hecho lo suficiente o que a saber qué hizo mal porque no estoy en la organización. Sé que sería caer en la trampa, pero a veces pienso... ¿y si me hago PIMO?, para que la conciencia de mi madre esté más tranquila, pero realmente no quiero entrar de nuevo, actualmente me veo presionado en asistir a la conmemoración porque ya es un tema más delicado, porque según mi madre, estaría rechazando algo valioso y en fin, para evitar problemas, voy, porque soy bastante cobarde como para decir que no.
Me es difícil decir que ya no quiero saber nada de la religión y que no creo en dios, tengo una vida por delante, y me gustaría tener un camino distinto que ser testigo de Jehová, aunque no sé cómo vaya a vivir en el futuro, mi madre se casará con un tipo que... tiene algunas ideas extremas, no sé cómo tomar eso, la verdad
Pero en fin, aparte de eso, actualmente experimento una sensación de soledad, que a pesar de hacer amigos en internet, no es suficiente, tengo algunas habilidades sociales, pero el miedo de acercarse a un desconocido para entablar una conversación siempre lo he tenido, es una habilidad que cuesta desarrollarlo, supongo.
Sé que es un texto extenso, pero suelo ser así cuando me expreso. No sé si comente mucho, solo puedo hablar desde mis experiencias personales. Saludos a todos y gracias por leer.
Mi experiencia
Nunca me bauticé, solo tuve algunas asignaciones en la escuela del ministerio (aunque creo que han cambiado el nombre actualmente), y predicar cada domingo al terminar las reuniones.
Desde que tengo memoria, he crecido en "la verdad", era un niño tímido, que en los primeros recuerdos que tengo, tenía cierto rechazo en ir a las reuniones, me parecían aburridas, aunque eso cambió en un tiempo. A veces me obligaban a predicarle a alguien, con el argumento de que de esa manera iba a dejar la timidez, aunque realmente solo llegué a leer textos y dar tratados. Tuve malas experiencias en la escuela, aislarme porque mis amigos tenían que ser testigos de Jehová, no saludar a la bandera y en parte, por expresar que era testigo (porque me decían que tenía que decirlo con orgullo).
Recuerdo las veces que me prohibían ver algunas series animadas o algunos videojuegos, siendo uno de ellos, Spyro, me gustaba mucho pero no podía jugarlo porque era un dragón, y el dragón en satanás, en fin, pequeñas anécdotas. Lo mismo con Pokémon y asi.
Mi infancia era extraña, no me gustaba pero tenía que estar presente, pero hubo un momento en que tenía algo de interés, a mis 12 años aproximadamente, estaba muy pendiente de lo que la Watchtower decía, lo que algunos llamarían a eso "amar a Jehová", pero cuando más pasaba el tiempo, realmente encontraba cosas que no eran de mi agrado, me di cuenta de lo repetitivo que se hacían las reuniones, temas repetitivos como el paraíso, la gran tribulación, el mismo texto de apocalipsis y un largo etcétera.
Aún no me seguían gustando la predicación, salvo la excepción de que visitaba zonas que jamás hubiera visitado de no ser por esto, pero no me gustaba predicar.
Otro tema que me tenía abrumado era esa visión poco realista de dedicar las veinticuatro horas del día a Jehová, claro, no era algo que lo decían tal cual, eran sutiles en ello, aún si decían que cada uno da lo que puede, ese mensaje era como el ideal y claro, me sentía menos merecedor del paraíso por eso (que esa es otra, me decían que era egoísta de mi parte pensar en el paraíso como recompensa, que lo tenía que hacer de manera desinteresada porque si no, le daría la razón a satanás cuando le dijo a Dios que Job solo le servía por los bienes que tenía, cosa que me hacía sentir más culpable todavía).
Considero que el primer factor que hizo que dudara fue cuando leí Sofonías 2:3, aquel texto que decía que buscaran a Dios y luego decía que probablemente sea ocultado en el día de su enojo. No sé qué interpretación tengan ustedes en cuanto a ese texto, pero personalmente me hizo sentir muy mal, porque me daba a entender que no importaba nada lo que hiciera, que al final todo era un "quizás", había discutido esto con mi madre y me dijo que eso quería decir que puede que en la gran tribulación podamos cometer un pecado y eso ya no nos asegure que nos salvemos (que estamos en las mismas, hasta tener algo de miedo en la gran tribulación es considerado como falta de fé).
Luego de eso, seguía dentro, pero cada vez más desanimado y con pocas ganas de seguir, pero también, en constante miedo, recuerdo haber llorado una vez pidiendo perdón a dios, pero era algo que me estaba poniendo mal, así que llegó un momento en que dejé de ir a las reuniones.
Mi despertar llegó cuando busqué información de los testigos de Jehová a mis 14 y 15 años y descubrí muchas cosas, como el cambio constante de las doctrinas, las manipulaciones que demostraban que era una secta, empecé a ver varios vídeos sobre el tema y llegué a la conclusión de que me habían metido en una secta, desde que nací. Desde ese entonces, tuve mi momento de "rebeldía" donde hacía cosas para llevar la contraria, como cantar el himno nacional (aunque actualmente no soy muy patriótico jeje) y ser más abierto a la hora de hablar. Considero que tuve una mejora en mí mismo, en la comunicación, desde que abandoné la religión, por lo menos mentalmente porque nunca me bauticé como mencioné antes.
Mi situación actual
Aunque tuve un buen momento, siempre he tenido problemas con mi madre, mi papá vive lejos, actualmente se han divorciado por algunos temas (que también este tema tiene sus cosas, pero por respeto lo mantendré en privado), tengo que lidiar de vez en cuando las preguntas de cuándo "volveré a Jehová" y no tengo la valentía suficiente de decir que nunca, en parte porque no tengo independencia económica principalmente. Tengo que escuchar muchas veces afirmaciones como que las profecías están cayendo, porque hay crisis económicas y claro, la primera potencia en caer es la económica (no es como que hayan crisis cada cierto tiempo, pero en fin) y bueno, si el mensaje de alerta no funciona, entonces viene el chantaje emocional, donde mi madre se pone mal porque piensa que moriré en el armagedón, diciendo también que se siente mal de no haber hecho lo suficiente o que a saber qué hizo mal porque no estoy en la organización. Sé que sería caer en la trampa, pero a veces pienso... ¿y si me hago PIMO?, para que la conciencia de mi madre esté más tranquila, pero realmente no quiero entrar de nuevo, actualmente me veo presionado en asistir a la conmemoración porque ya es un tema más delicado, porque según mi madre, estaría rechazando algo valioso y en fin, para evitar problemas, voy, porque soy bastante cobarde como para decir que no.
Me es difícil decir que ya no quiero saber nada de la religión y que no creo en dios, tengo una vida por delante, y me gustaría tener un camino distinto que ser testigo de Jehová, aunque no sé cómo vaya a vivir en el futuro, mi madre se casará con un tipo que... tiene algunas ideas extremas, no sé cómo tomar eso, la verdad
Pero en fin, aparte de eso, actualmente experimento una sensación de soledad, que a pesar de hacer amigos en internet, no es suficiente, tengo algunas habilidades sociales, pero el miedo de acercarse a un desconocido para entablar una conversación siempre lo he tenido, es una habilidad que cuesta desarrollarlo, supongo.
Sé que es un texto extenso, pero suelo ser así cuando me expreso. No sé si comente mucho, solo puedo hablar desde mis experiencias personales. Saludos a todos y gracias por leer.