[Joshuan-JTG]

Bueno Joshuan-JTG te llegó tu hora...

Eh aquí la informacion que he estado investigando hasta ahora...
Mmm... mé da flojera ordenarla y resumirla asi  que la pego tal cual...
Solo aclarar que la profecia sobre Tiro de Ezequiel 26, es una de las profecías que con mas detalle se he cumplido. De manera impactante y radical se ha cumplido.. hasta arqueologos y eruditos se han impresionado por como se cumplió...
Cabe señalar tambien que la profecia dice que serian "naciones" las que llevarian acabo el ataque y destruccion de Tiro, no solamente una... y de hecho la profecia se cumple en dos partes...
Pongamos atencion al desenlace dramático y fatídico de la profecía...

Ezequiel 26..
Todo lo que Ezequiel especificó que Nabucodonosor haría, se cumplió exactamente como se anunció. Nada en la profecía que tenga que ver específicamente con Nabucodonosor (26.7–11) dice que el conquistador saldría de Tiro con grandes riquezas. Ese honor se reservó para Alejandro Magno, cuando este cumplió la parte de la profecía relacionada con él (comenzando en 26.12).
la palabra “él” en los versículos 7 al 11 se refería siempre a Nabucodonosor, el “ellos” de los versículos siguientes se refiere a los griegos. Alrededor de 250 años antes de los hechos, Ezequiel hace referencia a que los griegos conquistarían la Isla de Tiro. Alejandro tuvo la osadía de echar al mar los escombros de Tiro de tierra firme que Nabucodonosor había dejado atrás, formando así un dique de unos 800 metros de largo y 60 metros de ancho hasta la Isla de Tiro. De este modo, la Nueva Tiro finalmente pudo ser tomada en el 332 a.C., después de siete meses de sitio. ¿Y qué fue lo que Ezequiel profetizó? ¡“… pondrán tus piedras y tu madera y tu polvo en medio de las aguas.”! Como consecuencia, la Isla rocosa de Tiro verdaderamente se convirtió en aquello que Dios había profetizado sobre ella. Hasta el día de hoy la isla es una roca deshabitada, en la cual los pescadores extienden sus redes. Un antiguo centro económico se convirtió en una insignificante aldea de pescadores.
Si bien la actual ciudad libanesa de Tiro se encuentra otra vez en esa región, la antigua ciudad de Tiro nunca más fue reedificada. Pero ahora, a causa de la arena que las olas, a través de los siglos, acercaron al dique construido por Alejandro, la isla está unida a tierra firme a través de una lengua de tierra, de modo que la isla prácticamente ha desaparecido.
El historiador Phillip Myers en su libro de texto de historia: General History for Colleges and High Schools, escribe: “Alejandro el Grande redujo Tiro a ruinas en el 332 a.C. Tiro se recuperó hasta cierta medida de este golpe, pero nunca recuperó el lugar que previamente tuvo en el mundo. La mayor parte del lugar, de la alguna vez gran ciudad, está ahora tan desnudo como el tope de una piedra — un lugar donde los pescadores que todavía frecuentan el lugar tienden a secar sus redes. –
Parte de la costa occidental ha sido erosionada por el mar, y se pueden ver debajo del agua los restos de antiguos edificios, como asimismo muchas columnas y otros bloques de piedra. La pequeña bahía de pescadores que existe en la actualidad en ese lugar en el sector septentrional de la isla, está ubicada en el sitio donde se encontraba el antiguo muelle de Sidón

Ezequiel 29
Los intentos por determinar el período exacto en que Egipto estuvo desolada (vers.o
12) han
demostrado ser inútiles, debido principalmente a la ausencia de datos históricos significativos.
Si Egipto cayó ante los babilonios cerca del 568 a. C., como se da a entender en las crónicas de los reyes babilonios, entonces el «cautiverio» de cuarenta años de Egipto, terminaría bajo los persas. En vista de que los persas pusieron en práctica el hacer volver a muchos pueblos dispersados por los babilonios, esto bien pudo haber sido lo que ocurrió. Las fuentes para la historia egipcia y babilonia de este período, son escasas. Además, los reyes del Cercano Oriente antiguo, por lo general no reconocían la derrota. El solo hecho de que no haya aseveración directa de la historia antigua en relación con esta dispersión, no significa que no ocurrió.
no tenemos anales contemporáneos del grado de éxito que tuvo, porque las inscripciones egipcias que recogen la campaña, se han deteriorado. Ahmose II (Amasis), que suplantó a Faraón Hofra en 571 a. C., tuvo que asumir a los invasores, de modo que podemos suponer que Nabucodonosor ganó el tributo para pagar a sus ejércitos, tal como Ezequiel había profetizado.
La historia confirma que los faraones egipcios siguieron teniendo un reino limitado durante los siguientes períodos: Hofra (Uah-ibRa) 589(8) a 570(69) a. C.; y Amasis (Ahmose II) 570(69) a 527(6) a. C. Es concebible que un significativo número de exiliados regresaran a Egipto al final del reinado de Amasis (cerca del 527[6] a. C.).

En este punto, yo pienso que la forma tan contundente en que se cumplió la profecia de Ezequiel 26, avala que esta tambien se cumplió...y allí es donde entra la fe... y no me importa que se burlen de los que tienen fe y qur digan que es de ignorantes, quienes creen que el materialismo y el naturalismo lo es todo., quisiera ver si asi viven sus vidas, de familia, con los amigos o el trato con los demas, etc... obviamente no, sería absurdo vivir asi, de alguna u otra manera tienen algun grado de fe, y de hecho lo necesitan para poder por ejemplo confiar en sus hijos, esposa, familiares, amigos, etc.. es lo que los hace humanos..
Como dijo Ralph H. Alexander, “Ezekiel” («Ezequiel»), en The Expositor’s Bible Commentary: "La palabra de Dios tiene mayor validez que nuestras conjeturas o nuestra ignorancia"...

Si Tiro no sería reestablecida nunca más. ¿Por qué vemos que Herodes, que vivió en el siglo I de nuestra era, se enojó contra los de Tiro según Hechos 12:20?

Si bien, Alejandro tuvo éxito en conquistar la isla de Tiro, esta no fue desolada tal como lo describe Ezequiel, ya que inclusive llegó a ser un gran centro de comercio mundial durante el imperio romano, y continúa existiendo hasta ahora, por lo que no está hundida bajo el agua. Por consiguiente, la profecía de Ezequiel falló.

Según Ezequiel, Egipto sería desolado por 40 años de manera que no pisaría ese territorio ni hombre ni animal. Todos los habitantes de Egipto serían dispersados por todas las naciones, y regresarían al término de los 40 años. Ya que la población de Egipto se estima que era de más de 6 millones de habitantes, tendríamos un éxodo sin precedentes hasta ahora nunca visto, pero no ocurrió.

No se puede saber con exactitud el resultado de esta batalla que sucedió en 568 a.C., pero por los registros de años posteriores, se sabe que Amosis nunca fue sometido por Nabucodonosor, ya que este último murió 6 años después en 562 a.C., mientras que Amosis II vivió muchos años más hasta 526 a.C. Por consiguiente, no se cumplió la profecía de Ezequiel que menciona que la tierra de Egipto sería dada a Nabucodonosor (Ezequiel 29:20), porque si así hubiera sido, Amosis no hubiera continuado su reinado. Por ejemplo, se tiene un papiro que muestra un contrato del año 35 del reinado de Amosis, y es más, se tienen 30 documentos egipcios desde el quinto año al cuadragésimo cuarto año de Amosis (525 a.C). Esto muestra que la tierra de Egipto nunca fue conquistada por Babilonia, ya que esta cayó en 539 a.C. ante los persas.

Existen 30 documentos egipcios que datan del reinado de Amosis II, que muestran que Egipto no pudo haber sido desolado por 40 años. Es más, la población de Egipto era de más de 6 millones de habitantes. Si un rey babilónico hubiera deportado a toda la población egipcia de tal manera que ningún hombre o animal pisaría su territorio, este hecho habría sido uno de los logros más impresionantes de aquella época. No sería lógico que las naciones que habrían recibido a estos inmigrantes egipcios, no hubieran registrado tan impresionante suceso. No existe ningún registro histórico que pruebe que Egipto dejó de ser habitado durante 40 años. La verdad es que la profecía de Ezequiel contra Egipto nunca se cumplió. La Enciclopedia Judaica presenta una explicación a este fracaso:

Aquí, entonces, tenemos un oráculo no cumplido, de los cuales el profeta mismo está destinado a ver. Sin embargo, él no se atreve a cambiarlo o borrarlo. (Jewish Encyclopedia, Ezekiel, book of)