08 Apr, 2020, 03:09 PM
¡Tenga cuidado!
Los tiempos de crisis, siempre fueron comidilla dulce para los manipuladores “espirituales”.
¡Tenga Cuidado! Las pestes, pandemias o tragedias son tan antiguas como aquellos inescrupulosos que aprovechan el miedo la incertidumbre y la angustia para sus intereses, logrando distorsionar la imagen de Dios, reduciéndolo a un ser lleno de odio, sin más creatividad que tener que matar su propia creación.
¡Tenga cuidado! Que esta crisis actual, lejos de avalar nuestro espíritu, nos llene de una fe que nos enseñe a reflexionar en nuestros malos hábitos y costumbres, nos eduque en un comportamiento más humano y nos guíe expresar el amor en mucho más que palabras.
¡Tenga cuidado! Pues cuando todo pase y llegue la calma, seremos más sabios, más llenos de fe sana y amor verdadero al prójimo o seremos personas manipuladas por el temor, la culpa y la incertidumbre, portadores de odio, egoísmo y amargura divina... todo esto fruto, de manipuladores de la fe en tiempos de crisis.
La cuestión no es si crees o no en Dios, sino la naturaleza de esa creencia! Si te llena de miedo, angustia, culpa e incertidumbre o te llena de fe para razonar, esperanza para actuar y amor para con el prójimo, siendo este último nuestra riqueza más preciada como humanidad.
Tenga cuidado.
Los tiempos de crisis, siempre fueron comidilla dulce para los manipuladores “espirituales”.
¡Tenga Cuidado! Las pestes, pandemias o tragedias son tan antiguas como aquellos inescrupulosos que aprovechan el miedo la incertidumbre y la angustia para sus intereses, logrando distorsionar la imagen de Dios, reduciéndolo a un ser lleno de odio, sin más creatividad que tener que matar su propia creación.
¡Tenga cuidado! Que esta crisis actual, lejos de avalar nuestro espíritu, nos llene de una fe que nos enseñe a reflexionar en nuestros malos hábitos y costumbres, nos eduque en un comportamiento más humano y nos guíe expresar el amor en mucho más que palabras.
¡Tenga cuidado! Pues cuando todo pase y llegue la calma, seremos más sabios, más llenos de fe sana y amor verdadero al prójimo o seremos personas manipuladas por el temor, la culpa y la incertidumbre, portadores de odio, egoísmo y amargura divina... todo esto fruto, de manipuladores de la fe en tiempos de crisis.
La cuestión no es si crees o no en Dios, sino la naturaleza de esa creencia! Si te llena de miedo, angustia, culpa e incertidumbre o te llena de fe para razonar, esperanza para actuar y amor para con el prójimo, siendo este último nuestra riqueza más preciada como humanidad.
Tenga cuidado.
"¿Para qué andar buscando tantas misiones si la única misión que tiene el ser humano es ser feliz?"
Don Lauro de la Cruz