06 Nov, 2018, 03:24 PM
Primero que nada, quisiera agradecer todos los comentarios de ánimo y apoyo en mi anterior tema, por cuestión de tiempo no pude responder a cada uno, pero aprecio mucho el contar con el respaldo de ustedes, además de que las ideas que comparten me son de mucha ayuda.
El día domingo me presente en el salón haciéndome a la idea de que los ancianos querrían hablar conmigo sobre lo ocurrido el jueves. Para esto, mi amiga Ney (de la que hablé en el tema anterior) me comentó que su mamá, en lugar de estar de su lado en la cuestión que se trató el jueves, la regañó. Al parecer consideró que el contacto físico que mantuvo con mi amigo (una especie de “abrazo”) sí era algo inapropiado, y que los ancianos fueron de lo más razonables al exponer el asunto en ese momento para beneficio de ella y los demás jóvenes. Además, le pareció que un servidor había sido grosero e irrespetuoso con los nombrados por espíritu santo al exponer mis ideas y peor aún, hacerlo frente a los jóvenes, lo cual podría incitarlos a seguir mi ejemplo y rebelarse.
Según mi amiga, su mama le sugirió tener cuidado conmigo. Dijo que era “un buen muchacho, pero al parecer se le subió el privilegio”. En fin, si esa hermana aunque le defendí a la hija, tiene ese concepto de mí, que podía esperar de los ancianos.
Pero no, no me dijeron nada del asunto. El coordinador me saludo un poco serio, pero no fue grosero ni nada por el estilo. El otro hermano que estuvo con él el jueves (el de servicio) me saludo muy normal. Al final de la reunión, el coordinador me habla, y me dice “hermano, ¿podrías ayudarme a bajar unas cajas de literatura que traigo en el carro? Le dije que estaba bien,
Ya casi al llegar a su auto (que estaba dentro del estacionamiento del salón) me dice “oye, ¿y aun visitas a ‘Rick’?
“Rick” es un hombre maduro que asiste a las reuniones desde hace unos 20 años. Son de las personas que se les ha dado estudio en varias ocasiones, es regular en las reuniones un tiempo, después deja de asistir etc. “Rick” es divorciado, pero ha tenido varias parejas (sin llegar a casarse de nuevo) a lo largo de su historia como simpatizante de los TJ, lo que ha provocado que la mayoría de los hermanos lo tachen de “inmoral”. Pues bien, desde hace unos meses el anciano “mirón” del que les había hablado, estaba dando estudio a Rick una vez más. Pero desde que me cambiaron a su grupo, con el fin de “ayudarme” a aumentar mi actividad, me dijo que siguiera yo visitando a Rick. Tengo unos 3 meses visitándolo.
Yo le respondí al coordinador, “si hermano, aún seguimos con el estudio”. “Que bien”, me dijo. “Quería comentarte sobre eso hermano, lo que pasa es que siento que tal vez no seas el más indicado para visitar a Rick”. Le respondí “¿puedo saber a qué se debe el que piense usted eso?”. Me respondió, “tú sabes el tipo de vida que lleva ese señor. Vive con una mujer y luego la deja y se busca otra. Tú eres joven, y temo que pudiera corromperte de algún modo. Quizás alguien con más experiencia debería visitarlo”. Pensé un momento y le dije “bien hermano, le agradezco el que se preocupe por mí. No sé qué idea tenga sobre nuestras sesiones de estudio, pero la verdad es que yo solo me dedico a eso precisamente, a darle clases bíblicas. Durante el estudio solo tocamos información de la biblia y del libro que estamos estudiando, no me dedico a indagar sobre su vida, ni él me cuenta sus “aventuras”. De hecho, lo único que él me ha contado hace poco es que ha logrado llevar una vida limpia al menos desde que comenzamos el estudio. No veo donde podría estar el peligro en eso”.
Me dijo “ok, está bien que manejes las cosas así, pero ¿qué hay si te pide un consejo? ¿Qué pasa si te empieza a contar cosas de su vida y te pide consejo como su “maestro”? ¿Qué le vas a decir tú que ni siquiera estás casado? Tengo que reconocer que no tenía idea de que responder, me tomo por sorpresa. Pero de algún modo las ideas llegaron a mi cabeza. Solo le dije “lo dirigiría únicamente a lo que dice la Biblia. El peso de un consejo bíblico creo que sobrepasa el que pudiera tener cualquier consejo humano, sea de una persona casada o no”.
Me dice “está bien, está bien, ten cuidado muchacho. No te confíes mucho”. Le dije “no se preocupe hermano, precisamente por eso trato de basar todo lo que digo en la biblia, no confiarme en mi propio entendimiento”. Me dijo “bueno, mira y otra cosa. Rick es una persona que ya se le ha dado estudio muchas veces. Recuerda que la información dice que si esta persona no progresa en un tiempo razonable lo mejor es descontinuar el estudio. Yo creo que seguirlo visitando es perdida de tiempo ¿no crees?”.
Le contesté “para empezar hermano, el hermano Mirón fue quien me dijo que lo atendiera, no se si usted estaba enterado o no (por su expresión cuando se lo dije parece que no sabía). Y si, recuerdo esa información hermano, también decía que no hay que cerrar la puerta a estas personas para que vuelvan a tomar clases de la Biblia. Es verdad que a Rick le han dado estudio en varias ocasiones, pero en este caso desde que comenzó a estudiar el libro ‘¿Qué nos enseña la Biblia?’ lleva apenas unos meses. La información también comentaba sobre notar el grado de aprecio que mostraba el estudiante. Rick no ha fallado a ninguna sesión de estudio. Se prepara para el estudio. Viene a las reuniones. Esta trabajando por llevar una vida limpia. Para mi eso es ya un progreso”.
Me respondió el hermano “bueno eso te dice el, ¿cómo sabemos si realmente esta viviendo de manera aceptable? Yo creo que el sigue en las mismas, por eso no tiene caso que sigas estudiando con él. Si acaso lo que se puede hacer es nosotros como ancianos hablar con él para que se ubique en cuanto a su estilo de vida”.
Le dije “oiga hermano, y ¿cómo es eso de hablar con él? Digo, Rick no es publicador, ni siquiera esta en matriculado para asignaciones, no veo para que los ancianos quieran reunirse con él y tratar de ubicarlo. Se supone que lo que aprende en el estudio es lo que lo debería ‘ubicar’ ¿no? Me dijo el hermano “no pós sí” (léase con acento del norte de México jaja). Continué “pues supongo que tocará confiar en Rick, hermano. Al menos yo no voy a andar detrás de él vigilándolo a ver como se anda portando. Ahora supongamos que le voy a descontinuar el estudio; ¿qué razón le daré para eso? ¿O quiere que le diga que usted me mando descontinuarlo?” (eso se lo dije como bromeando). “No, no como crees hermano” me dijo riéndose también. “Mira, esta bien sigue con ese libro estudiando con él pero observa bien a Rick. Si ves que ya no hay progreso piensa bien si es necesario seguir dándole clases. Sino para que mejor dediques ese tiempo a otras personas del territorio”. “Si esta bien hermano, gracias por preocuparse” le dije.
No habló mas sobre el asunto, (solo se quedó un poco serio) y procedimos a llevar las dichosas cajas. La verdad me dan igual las instrucciones sobre dirigir estudios y cuando descontinuarlos etc. Solo quería llevarle la contra jaja.
Por lo que veo, este hermano ahora me estará vigilando (hasta en cosas que ni al caso, como el saber quienes son mis estudiantes) para ver que hago mal y poder reprenderme. Algo pasa con sus argumentos, al parecer solo me dice lo que tiene en mente y ya, sin darse cuenta de que con argumentos bien pensados podría hacerme batallar más.
Lo rescatable de esto es que al menos estoy comenzando a dominar mis nervios para responder a los “ancianos”. Creo que solo necesitaba hacerlo una vez para tomar confianza, lo demás va saliendo sobre la marcha. Ademas, algunos de los jovenes que estuvieron en la reunión pasada en la sala B, me dijeron que estaban de acuerdo conmigo en las ideas que expuse. Eso vale mucho para mi, el ayudar a otros a abrir los ojos de a poco.
Me agrada contarles mis anécdotas, creo que ya los veo como mi pequeña familia. ¡Saludos a todos!
El día domingo me presente en el salón haciéndome a la idea de que los ancianos querrían hablar conmigo sobre lo ocurrido el jueves. Para esto, mi amiga Ney (de la que hablé en el tema anterior) me comentó que su mamá, en lugar de estar de su lado en la cuestión que se trató el jueves, la regañó. Al parecer consideró que el contacto físico que mantuvo con mi amigo (una especie de “abrazo”) sí era algo inapropiado, y que los ancianos fueron de lo más razonables al exponer el asunto en ese momento para beneficio de ella y los demás jóvenes. Además, le pareció que un servidor había sido grosero e irrespetuoso con los nombrados por espíritu santo al exponer mis ideas y peor aún, hacerlo frente a los jóvenes, lo cual podría incitarlos a seguir mi ejemplo y rebelarse.
Según mi amiga, su mama le sugirió tener cuidado conmigo. Dijo que era “un buen muchacho, pero al parecer se le subió el privilegio”. En fin, si esa hermana aunque le defendí a la hija, tiene ese concepto de mí, que podía esperar de los ancianos.
Pero no, no me dijeron nada del asunto. El coordinador me saludo un poco serio, pero no fue grosero ni nada por el estilo. El otro hermano que estuvo con él el jueves (el de servicio) me saludo muy normal. Al final de la reunión, el coordinador me habla, y me dice “hermano, ¿podrías ayudarme a bajar unas cajas de literatura que traigo en el carro? Le dije que estaba bien,
Ya casi al llegar a su auto (que estaba dentro del estacionamiento del salón) me dice “oye, ¿y aun visitas a ‘Rick’?
“Rick” es un hombre maduro que asiste a las reuniones desde hace unos 20 años. Son de las personas que se les ha dado estudio en varias ocasiones, es regular en las reuniones un tiempo, después deja de asistir etc. “Rick” es divorciado, pero ha tenido varias parejas (sin llegar a casarse de nuevo) a lo largo de su historia como simpatizante de los TJ, lo que ha provocado que la mayoría de los hermanos lo tachen de “inmoral”. Pues bien, desde hace unos meses el anciano “mirón” del que les había hablado, estaba dando estudio a Rick una vez más. Pero desde que me cambiaron a su grupo, con el fin de “ayudarme” a aumentar mi actividad, me dijo que siguiera yo visitando a Rick. Tengo unos 3 meses visitándolo.
Yo le respondí al coordinador, “si hermano, aún seguimos con el estudio”. “Que bien”, me dijo. “Quería comentarte sobre eso hermano, lo que pasa es que siento que tal vez no seas el más indicado para visitar a Rick”. Le respondí “¿puedo saber a qué se debe el que piense usted eso?”. Me respondió, “tú sabes el tipo de vida que lleva ese señor. Vive con una mujer y luego la deja y se busca otra. Tú eres joven, y temo que pudiera corromperte de algún modo. Quizás alguien con más experiencia debería visitarlo”. Pensé un momento y le dije “bien hermano, le agradezco el que se preocupe por mí. No sé qué idea tenga sobre nuestras sesiones de estudio, pero la verdad es que yo solo me dedico a eso precisamente, a darle clases bíblicas. Durante el estudio solo tocamos información de la biblia y del libro que estamos estudiando, no me dedico a indagar sobre su vida, ni él me cuenta sus “aventuras”. De hecho, lo único que él me ha contado hace poco es que ha logrado llevar una vida limpia al menos desde que comenzamos el estudio. No veo donde podría estar el peligro en eso”.
Me dijo “ok, está bien que manejes las cosas así, pero ¿qué hay si te pide un consejo? ¿Qué pasa si te empieza a contar cosas de su vida y te pide consejo como su “maestro”? ¿Qué le vas a decir tú que ni siquiera estás casado? Tengo que reconocer que no tenía idea de que responder, me tomo por sorpresa. Pero de algún modo las ideas llegaron a mi cabeza. Solo le dije “lo dirigiría únicamente a lo que dice la Biblia. El peso de un consejo bíblico creo que sobrepasa el que pudiera tener cualquier consejo humano, sea de una persona casada o no”.
Me dice “está bien, está bien, ten cuidado muchacho. No te confíes mucho”. Le dije “no se preocupe hermano, precisamente por eso trato de basar todo lo que digo en la biblia, no confiarme en mi propio entendimiento”. Me dijo “bueno, mira y otra cosa. Rick es una persona que ya se le ha dado estudio muchas veces. Recuerda que la información dice que si esta persona no progresa en un tiempo razonable lo mejor es descontinuar el estudio. Yo creo que seguirlo visitando es perdida de tiempo ¿no crees?”.
Le contesté “para empezar hermano, el hermano Mirón fue quien me dijo que lo atendiera, no se si usted estaba enterado o no (por su expresión cuando se lo dije parece que no sabía). Y si, recuerdo esa información hermano, también decía que no hay que cerrar la puerta a estas personas para que vuelvan a tomar clases de la Biblia. Es verdad que a Rick le han dado estudio en varias ocasiones, pero en este caso desde que comenzó a estudiar el libro ‘¿Qué nos enseña la Biblia?’ lleva apenas unos meses. La información también comentaba sobre notar el grado de aprecio que mostraba el estudiante. Rick no ha fallado a ninguna sesión de estudio. Se prepara para el estudio. Viene a las reuniones. Esta trabajando por llevar una vida limpia. Para mi eso es ya un progreso”.
Me respondió el hermano “bueno eso te dice el, ¿cómo sabemos si realmente esta viviendo de manera aceptable? Yo creo que el sigue en las mismas, por eso no tiene caso que sigas estudiando con él. Si acaso lo que se puede hacer es nosotros como ancianos hablar con él para que se ubique en cuanto a su estilo de vida”.
Le dije “oiga hermano, y ¿cómo es eso de hablar con él? Digo, Rick no es publicador, ni siquiera esta en matriculado para asignaciones, no veo para que los ancianos quieran reunirse con él y tratar de ubicarlo. Se supone que lo que aprende en el estudio es lo que lo debería ‘ubicar’ ¿no? Me dijo el hermano “no pós sí” (léase con acento del norte de México jaja). Continué “pues supongo que tocará confiar en Rick, hermano. Al menos yo no voy a andar detrás de él vigilándolo a ver como se anda portando. Ahora supongamos que le voy a descontinuar el estudio; ¿qué razón le daré para eso? ¿O quiere que le diga que usted me mando descontinuarlo?” (eso se lo dije como bromeando). “No, no como crees hermano” me dijo riéndose también. “Mira, esta bien sigue con ese libro estudiando con él pero observa bien a Rick. Si ves que ya no hay progreso piensa bien si es necesario seguir dándole clases. Sino para que mejor dediques ese tiempo a otras personas del territorio”. “Si esta bien hermano, gracias por preocuparse” le dije.
No habló mas sobre el asunto, (solo se quedó un poco serio) y procedimos a llevar las dichosas cajas. La verdad me dan igual las instrucciones sobre dirigir estudios y cuando descontinuarlos etc. Solo quería llevarle la contra jaja.
Por lo que veo, este hermano ahora me estará vigilando (hasta en cosas que ni al caso, como el saber quienes son mis estudiantes) para ver que hago mal y poder reprenderme. Algo pasa con sus argumentos, al parecer solo me dice lo que tiene en mente y ya, sin darse cuenta de que con argumentos bien pensados podría hacerme batallar más.
Lo rescatable de esto es que al menos estoy comenzando a dominar mis nervios para responder a los “ancianos”. Creo que solo necesitaba hacerlo una vez para tomar confianza, lo demás va saliendo sobre la marcha. Ademas, algunos de los jovenes que estuvieron en la reunión pasada en la sala B, me dijeron que estaban de acuerdo conmigo en las ideas que expuse. Eso vale mucho para mi, el ayudar a otros a abrir los ojos de a poco.
Me agrada contarles mis anécdotas, creo que ya los veo como mi pequeña familia. ¡Saludos a todos!