20 Sep, 2018, 04:25 PM
La presente cita no es mía, sino de un anciano estadounidense que se mudó a España por motivos de salud y le comentó el tema a un familiar mío que fue anciano.
En cierta congregación norteamericana algunos jóvenes iban sin corbata a las reuniones para que así no pudieran hacerlos subir a la plataforma a hacer la oración final cuando no estaba el hermano asignado para ello. Pero el problema se acababa en cuanto otro hermano les prestaba su corbata. Por esa razón uno de los jóvenes ideó dejarse la barba y así de paso no le escogían para la escuela. Esto lo copiaron otros jóvenes que tampoco querían hacer asignaciones en la plataforma y no se atrevían a decir que no abiertamente.
Con el tiempo otros jóvenes, al verlos en las asambleas, copiaron el asunto de la barba y eso se extendió por prácticamente todas las congregaciones. La cantidad de jóvenes con barba era escalofriante. En Europa se introdujo la moda por los americanos. Llegó un momento en que eran tantos los jóvenes con barba, que el Cuerpo Gobernante no tuvo más remedio que decretar que tales hermanos sí podían tener privilegios en la congregación y dar asignaciones.
En las congregaciones del sur de España, por ejemplo, se ven muchos jóvenes con barba. Tantos son, que hay congregaciones que parecen sinagogas.
En cierta congregación norteamericana algunos jóvenes iban sin corbata a las reuniones para que así no pudieran hacerlos subir a la plataforma a hacer la oración final cuando no estaba el hermano asignado para ello. Pero el problema se acababa en cuanto otro hermano les prestaba su corbata. Por esa razón uno de los jóvenes ideó dejarse la barba y así de paso no le escogían para la escuela. Esto lo copiaron otros jóvenes que tampoco querían hacer asignaciones en la plataforma y no se atrevían a decir que no abiertamente.
Con el tiempo otros jóvenes, al verlos en las asambleas, copiaron el asunto de la barba y eso se extendió por prácticamente todas las congregaciones. La cantidad de jóvenes con barba era escalofriante. En Europa se introdujo la moda por los americanos. Llegó un momento en que eran tantos los jóvenes con barba, que el Cuerpo Gobernante no tuvo más remedio que decretar que tales hermanos sí podían tener privilegios en la congregación y dar asignaciones.
En las congregaciones del sur de España, por ejemplo, se ven muchos jóvenes con barba. Tantos son, que hay congregaciones que parecen sinagogas.
La duda es el principio de la sabiduría.