[Ronin]

Curisamente, entre las tantas vertientes interpretativas, ninguna justifica la "proclamacion del reino" como medio de salvación... esta proclamación es ACCESORIO y no determinante.

Pablo: "En cambio, si alguno cree en Dios, que hace justo al pecador, Dios le tiene en cuenta su fe para reconocerlo como justo, aunque no haya hecho nada que merezca su favor."

Santiago: "La fe sin obras en fe muerta" (Corolario, hasta los demonios creen en dios y le temen)

Juan: "Solo la Fe salva" (Corolario, La fe es un DON de Dios, el otorga esa fe, no es cuestión personal).

Pedro: "Porque Cristo mismo sufrió la muerte por nuestros pecados, una vez para siempre" (Corolario, La sangre de Cristo misma ya es liberacion absoluta del pecado)

Juan BIS : " Amense unos a otros" (COROLARIO, es la unica demostracion de fe)

Pablo BIS : "La sangre de Cristo redime todo pecado" (Corolario, la fe y las obras son cuestion secundaria)

y podria seguirle con las incongruencias incluso de los mismos "profetas"... pero el punto es ese: ninguno incluye la predicacion como medio de FE ni para expiar pecados.

Por supuesto que hay incongruencias.
Las obras literarias que figuran en la compilación que llaman nuevo testamento, no conforman una única  obra en sí, con un solo hilo argumental, como pretenden muchos.
Estas cartas y evangelios tienen cada una su propia teología, son el reflejo de la corriente cristiana de la cual procede cada cual. Incluso las que los estudiosos concuerdan que provienen de Pablo y/o discípulos, muestran una evolución en su teología.
Estas teologías, tienen características comunes por supuesto, por ser cristianas todas, sin embargo también disimilitudes importantes.

Esto es reconocido por los académicos serios, que estudian el aspecto histórico y filológico. Independientemente si pertenecen o no a alguna confesión religiosa, lo saben, ya que lo estudian en la universidad.

UN POCO OFF TOPIC
Aunque de estos, los que son creyentes como los sacerdotes y teólogos católicos o pastores (de los que sí estudian) de otras denominaciones deban enfrentar la disonancia cognitiva que conlleva saber la realidad histórica de esos textos y aun así enseñar las doctrinas de su propia religión (sea que se las crean ellos mismos o no).