25 Dec, 2024, 04:30 PM
A los 16 años me enamoré de una joven de 19, también de la congregación. En aquellos tiempos, mis comportamientos erráticos daban cuenta de mi candidez.
Lo cierto es que una noche después de la reunión del Libro que hacían en mi casa, una de sus primas me invitó a que fuera tal día a tal hora a la suya, que allí estarían varios jóvenes de la congregación, sin supervisores, claro.
Y allí encontré a mi chica de ensueño, la de 19, y dado que mis sentimientos no eran correspondidos, no entendí la pregunta que hizo cuando me vio, y que luego se encargó de repetir "dedicándome" la canción: ¿Qué hace un chico como tú en un sitio como este?
La pasé fatal esa vez, pero encaprichado como estaba, no capté de inmediato lo que quería decir. Uno hombre a veces es muy lento para captar las cosas. Los rechazos juveniles duelen, y esa canción y ese día quisiera olvidarlos para siempre. Aunque luego supe que su prima me invitó porque gustaba de mí, pero yo ni cuenta me daba de las señales
Lo cierto es que una noche después de la reunión del Libro que hacían en mi casa, una de sus primas me invitó a que fuera tal día a tal hora a la suya, que allí estarían varios jóvenes de la congregación, sin supervisores, claro.
Y allí encontré a mi chica de ensueño, la de 19, y dado que mis sentimientos no eran correspondidos, no entendí la pregunta que hizo cuando me vio, y que luego se encargó de repetir "dedicándome" la canción: ¿Qué hace un chico como tú en un sitio como este?
La pasé fatal esa vez, pero encaprichado como estaba, no capté de inmediato lo que quería decir. Uno hombre a veces es muy lento para captar las cosas. Los rechazos juveniles duelen, y esa canción y ese día quisiera olvidarlos para siempre. Aunque luego supe que su prima me invitó porque gustaba de mí, pero yo ni cuenta me daba de las señales
«Las lenguas, como las religiones, viven de herejías».
— Miguel de Unamuno