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Supongamos que un Testigo de Jehová paga la renta y alimentación de un "hermano" anciano (de edad) que no cuenta con parientes que quieran hacerse cargo de él.  Pues resulta que ese benefactor es expulsado de la congregación.

El deber del anciano testigo es negarle el saludo al expulsado y cortar en lo posible toda comunicación con él. Pero si lo hace  corre el riesgo de quedarse sin recursos para vivir. Y si sigue como si nada hubiera cambiado, está haciendo caso omiso a la exhortación del la Biblia y el "esclavo".

¿Qué onda entonces?

Pues depende, no creo que expulsen al ancianito por hablar con quien lo mantiene, siempre que este pobre sea discreto. Habrá CA que sean más considerados y le dejen vivir en paz y habrá otros que le ostiguen lo suficientemente como para crearle ansiedad si cede. 
También puede darse que este ancianito o ancianita tenga suficiente personalidad y carácter para actuar con este pariente de manera correcta y ese carácter, dada la edad, haga que lo dejen manos de Jehova. 
Mi padre nunca me dejó de hablar, nunca me cerraron la puerta y seguí ayudando en lo que estaba en mi mano. Si le dijeron algo nunca lo supe.