Ayer, 02:11 PM
Desde que existe la religión, existe la excomunión.
"La excomunión es la expulsión, permanente o temporal, de una persona de una confesión religiosa.[1] Durante el período de la excomunión, el afectado sigue formando parte de la comunidad, pero debe cumplir sentencia; de ahí el nombre de la misma, del latín ex communicatio[ne]. En los casos más severos, pierde la facultad de concurrir al culto normalmente, y de tomar parte en las ceremonias religiosas. Las diversas iglesias cristianas cuentan con normas para la excomunión o el trato con los excomulgados.[2]
Es practicado por todas las denominaciones cristianas, pero también se usa de manera más general para referirse a tipos similares de prácticas religiosas institucionales de exclusión y rechazo entre otros grupos religiosos. Por ejemplo, muchas denominaciones protestantes, utilizan el término "expulsión" para referirse a su forma de excomunión
"La palabra excomunión significa poner a un individuo o grupo específico fuera de la comunión. En algunas denominaciones, la excomunión incluye la condena espiritual del miembro o grupo. La excomunión puede implicar el destierro, el rechazo y la vergüenza, según el grupo, la ofensa que causó la excomunión o las reglas o normas de la comunidad religiosa. El acto grave a menudo se revoca en respuesta a un arrepentimiento manifiesto"
El problema viene cuando se tropieza con los derechos humanos:
"La libertad de religión o de creencias está garantizada por el artículo 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, el artículo 18 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Declaración sobre la eliminación de todas las formas de intolerancia y discriminación fundadas en la religión o las convicciones"
El problema no está en el qué, si no en el cómo.
Y sí, el arrepentimiento debe darse, aunque eso no significa querer volver.
"La excomunión es la expulsión, permanente o temporal, de una persona de una confesión religiosa.[1] Durante el período de la excomunión, el afectado sigue formando parte de la comunidad, pero debe cumplir sentencia; de ahí el nombre de la misma, del latín ex communicatio[ne]. En los casos más severos, pierde la facultad de concurrir al culto normalmente, y de tomar parte en las ceremonias religiosas. Las diversas iglesias cristianas cuentan con normas para la excomunión o el trato con los excomulgados.[2]
Es practicado por todas las denominaciones cristianas, pero también se usa de manera más general para referirse a tipos similares de prácticas religiosas institucionales de exclusión y rechazo entre otros grupos religiosos. Por ejemplo, muchas denominaciones protestantes, utilizan el término "expulsión" para referirse a su forma de excomunión
"La palabra excomunión significa poner a un individuo o grupo específico fuera de la comunión. En algunas denominaciones, la excomunión incluye la condena espiritual del miembro o grupo. La excomunión puede implicar el destierro, el rechazo y la vergüenza, según el grupo, la ofensa que causó la excomunión o las reglas o normas de la comunidad religiosa. El acto grave a menudo se revoca en respuesta a un arrepentimiento manifiesto"
El problema viene cuando se tropieza con los derechos humanos:
"La libertad de religión o de creencias está garantizada por el artículo 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, el artículo 18 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Declaración sobre la eliminación de todas las formas de intolerancia y discriminación fundadas en la religión o las convicciones"
El problema no está en el qué, si no en el cómo.
Y sí, el arrepentimiento debe darse, aunque eso no significa querer volver.