[Réquiem]

La precursora más “curuchupa” —es decir, la más fanática y estricta de toda la congregación en mis tiempos— terminó casándose nada menos que con alguien que no era testigo. Una ironía que nadie habría imaginado entonces. Del resto, apenas sé de una familia que sigue asistiendo; los demás, simplemente desaparecieron. Ahora, cada vez que paso por ahí, solo veo rostros nuevos, desconocidos, como si el grupo entero hubiese sido reemplazado por completo.