09 Sep, 2018, 12:58 PM
Hace unos dias volví e vacaciones y hasta ahora no he pensado en poner por escrito lo que ocurrió.
De hecho no ocurrió nada destacable, pero a los ojos de un apóstata cualquier pequeña anécdota cobra una gran intensidad.
Hace 2 años que no iba a pasar las vacaciones a la pequeña ciudad donde nací. Allí fue donde conocí la berdad, y como nadie me conoce como inactivo y además apóstata pues todos los hermanos y hermanas me siguen hablando como siempre. No doy explicaciones porque no es el momento adecuado (tampoco sé cuando lo será).
El caso es que allí pasé mi juventud y todos nos consideramos amigos; sí somos realmente amigos, supongo que por 10 dias que nos vemos no es cuestión de pelear por tonterias. Tenemos prohibido hablar de futbol, política y religión ( sí, tampoco de religión)
Bien, pues me reencontré con toda la pandilla. Casi toda. Y fue muy agradable y bueno, ya se sabe recordando las fechorias (que no lo fueron tanto) de aquellos tiempos.
Ese es el marco de circunstancias (ya me perdonaréis el desliz).
Y ahora viene el tema importante.
Quedamos para vernos y charlar tomando un vermuth. Éramos 5 personas, todos testigos excepto yo. E inevitablemente pregunté por el resto. "¿qué es de Pedro, de Marga, de Josep, de Raul?".
Me fueron poniendo al dia.
"¿no sabes lo de Júlia?".
No, no sabía nada de Júlia (había estado enamorado de ella, pero se casó con otro menos chalado que yo).
Y me lo contaron: A Júlia la dejó el marido hace 3 años, se largó con otra con la que espera un hijo. Evidente que lo expulsaron. Desde entonces que Júlia está con depresion.
El muy espiritual de Raul, el que no quería tener hijos para dedicarse en cuerpo y alma a la organizacion, va y se larga con otra para tener un hijo (y para lo que se tercie tambien) y deja a la candorosa Júlia en un estado deporable.
"¿vamos a verla?. Vive aquí cerca, se alegrará de verte".
Y fuimos a verla.
Y esa fue la parte más dolorosa.
Como ya sabréis, en esas reuniones de amigos, suelen sacar fotos. Esas fotos que sin ser viejas, que no lo son, nos traen recuerdos de otros tiempos, que según dicen siempre son mejores.
Y ahí estábamos la 'colla' (la pandilla), inmortalizados en papel (jóvenes no sabéis lo que os perdéis teniendo las fotos en los móviles o en el ordenador).
No hablaré de Júlia. No puedo permitirmelo. Pero sí de todos los demás, incluido yo.
Alguien comentó "¿dónde estan los sueños de aquellos años?". Y ya nadie nos pudo parar.
"Los sueños perdidos, esperando el fin del sistema de cosas para el 75, las reuniones para estudiar la atalaya solos, el miedo a la mili, el privilegio de pasar el micro, las grandes parrafadas al comentar la atalaya... pero sobre todo esa ilusion por un futuro maravilloso eternamente jovenes sin conocer la muerte..."
Las últimas fotos las pasamos en silencio. Un silencio que estoy seguro a todos nos hizo daño.
Esas malditas fotos que nos recuerdan que nada de lo que soñábamos como teswtigos se ha cumplido.
Lamento toda esta parrafada, ya me perdonaréis pero es que necesitaba sacarmelo de encima. Y lo hago mas que nada para todos aquellos testigos que nos leen.
Testigos que leéis, os pido que repaséis las fotos de cuando érais adolescentes, jóvenes y cuarentones...y buscad en esas imágenes lo que la sociedad os ha quitado: ilusion, alegria, estudios y futuro. A veces incluso os ha quitado la oportunidad de tener hijos como a Júlia.
Preguntaros si os reconocéis en esas fotos. ¿sois los mismos?. No, no lo somos. Os habéis quedado ahí inmoviles para siempre y no solo en esas fotos antiguas y viejas, sino tambien dentro de la sociedad , incapaces de salir.
Aun estáis a tiempo de convertiros en aquello que soñábaís; de tantos sueños al menos uno seguro que sí es aún alcanzable. Luchad por ello. Salid de esa organizacion que os ha roto y os ha robado el futuro.
Ánimo, podéis hacerlo.
Vuelvo a disculparme por lo largo del escrito.
De hecho no ocurrió nada destacable, pero a los ojos de un apóstata cualquier pequeña anécdota cobra una gran intensidad.
Hace 2 años que no iba a pasar las vacaciones a la pequeña ciudad donde nací. Allí fue donde conocí la berdad, y como nadie me conoce como inactivo y además apóstata pues todos los hermanos y hermanas me siguen hablando como siempre. No doy explicaciones porque no es el momento adecuado (tampoco sé cuando lo será).
El caso es que allí pasé mi juventud y todos nos consideramos amigos; sí somos realmente amigos, supongo que por 10 dias que nos vemos no es cuestión de pelear por tonterias. Tenemos prohibido hablar de futbol, política y religión ( sí, tampoco de religión)
Bien, pues me reencontré con toda la pandilla. Casi toda. Y fue muy agradable y bueno, ya se sabe recordando las fechorias (que no lo fueron tanto) de aquellos tiempos.
Ese es el marco de circunstancias (ya me perdonaréis el desliz).
Y ahora viene el tema importante.
Quedamos para vernos y charlar tomando un vermuth. Éramos 5 personas, todos testigos excepto yo. E inevitablemente pregunté por el resto. "¿qué es de Pedro, de Marga, de Josep, de Raul?".
Me fueron poniendo al dia.
"¿no sabes lo de Júlia?".
No, no sabía nada de Júlia (había estado enamorado de ella, pero se casó con otro menos chalado que yo).
Y me lo contaron: A Júlia la dejó el marido hace 3 años, se largó con otra con la que espera un hijo. Evidente que lo expulsaron. Desde entonces que Júlia está con depresion.
El muy espiritual de Raul, el que no quería tener hijos para dedicarse en cuerpo y alma a la organizacion, va y se larga con otra para tener un hijo (y para lo que se tercie tambien) y deja a la candorosa Júlia en un estado deporable.
"¿vamos a verla?. Vive aquí cerca, se alegrará de verte".
Y fuimos a verla.
Y esa fue la parte más dolorosa.
Como ya sabréis, en esas reuniones de amigos, suelen sacar fotos. Esas fotos que sin ser viejas, que no lo son, nos traen recuerdos de otros tiempos, que según dicen siempre son mejores.
Y ahí estábamos la 'colla' (la pandilla), inmortalizados en papel (jóvenes no sabéis lo que os perdéis teniendo las fotos en los móviles o en el ordenador).
No hablaré de Júlia. No puedo permitirmelo. Pero sí de todos los demás, incluido yo.
Alguien comentó "¿dónde estan los sueños de aquellos años?". Y ya nadie nos pudo parar.
"Los sueños perdidos, esperando el fin del sistema de cosas para el 75, las reuniones para estudiar la atalaya solos, el miedo a la mili, el privilegio de pasar el micro, las grandes parrafadas al comentar la atalaya... pero sobre todo esa ilusion por un futuro maravilloso eternamente jovenes sin conocer la muerte..."
Las últimas fotos las pasamos en silencio. Un silencio que estoy seguro a todos nos hizo daño.
Esas malditas fotos que nos recuerdan que nada de lo que soñábamos como teswtigos se ha cumplido.
Lamento toda esta parrafada, ya me perdonaréis pero es que necesitaba sacarmelo de encima. Y lo hago mas que nada para todos aquellos testigos que nos leen.
Testigos que leéis, os pido que repaséis las fotos de cuando érais adolescentes, jóvenes y cuarentones...y buscad en esas imágenes lo que la sociedad os ha quitado: ilusion, alegria, estudios y futuro. A veces incluso os ha quitado la oportunidad de tener hijos como a Júlia.
Preguntaros si os reconocéis en esas fotos. ¿sois los mismos?. No, no lo somos. Os habéis quedado ahí inmoviles para siempre y no solo en esas fotos antiguas y viejas, sino tambien dentro de la sociedad , incapaces de salir.
Aun estáis a tiempo de convertiros en aquello que soñábaís; de tantos sueños al menos uno seguro que sí es aún alcanzable. Luchad por ello. Salid de esa organizacion que os ha roto y os ha robado el futuro.
Ánimo, podéis hacerlo.
Vuelvo a disculparme por lo largo del escrito.
"Si tienes razones para amar a una persona, no la amas" (Zizek)