Ese es el pensamiento que le quise llevar a la experiencia que me sucedio , evolucionar como humanos esta bien ,,,pero la Organizacion ha estado criticando a la religiones sobre eso mismo , recuerdo de la iglesias electricas esa revista si la recuerdan criticaba el estilo de ellas y quien iba a pensar que estan iguales o parecido es la Despertad 8/8/1981 ,aqui les dejo un extracto :
La Iglesia Eléctrica está compuesta de predicadores que hablan por televisión y que compran su propio espacio o tiempo en el aire y lo utilizan para obtener contribuciones con las cuales compran más tiempo, y así sucesivamente. Por supuesto, la mayoría de las estaciones de televisión vacilan en cuanto a vender tiempo en el aire a un predicador que solo va a importunar a los televidentes, y por eso los predicadores tienen maneras rebuscadas de evitar el dar la impresión de que están solicitando fondos por el aire.
¿Cuáles son algunas de las maneras en que piden? Animan a los televidentes a escribir pidiendo un broche gratis o una “llave de la oración,” y de esa manera el nombre del televidente se agrega a la lista de correos de un ordenador o computadora y entonces comienza el solicitar agresivo. O quizás ofrezcan un “servicio de consejo” televisado, y luego escriban a las personas que piden ayuda. El sistema de correo por computadora ha hecho de la Iglesia Eléctrica un negocio muy lucrativo. ¿Cuán lucrativo? He aquí unas cifras típicas:
Oral Roberts, anterior sanador por fe pentecostés, que ahora se ha moderado como metodista, recibe 60.000.000 de dólares al año.
Jerry Falwell, de Lynchburg, Virginia, bautista con un fuerte mensaje político, recibe más de 50.000.000 de dólares al año.
Pat Robertson, quien comenzó el primer programa popular de entrevistas a invitados religiosos y que ahora tiene su propia cadena televisora que transmite desde su nueva oficina central de 20.000.000 de dólares. Su Cadena Cristiana de Emisoras recibió 70.000.000 de dólares el año pasado.
Jim Bakker, que anteriormente era socio de Robertson, ha comenzado su propio espectáculo de invitados y su cadena televisora le produce 53.000.000 de dólares al año.
Rex Humbard, con su “Catedral del Mañana” y su escenario espectacular, recibe unos 25.000.000 de dólares.
Y la lista sigue y sigue. En resumen, las estrellas máximas de la Iglesia Eléctrica pueden gastar centenares de millones de dólares en comprar tiempo en el aire todos los años. ¿De dónde obtienen el dinero?
La mayoría de la gente que enciende la televisión para ver la Iglesia Eléctrica no es rica. Benjamin L. Armstrong, quien creó el término “Iglesia Eléctrica,” explica: “Como parte del concepto de la Iglesia Eléctrica, se condiciona al televidente para que contribuya.” La mayor parte de esos millones de dólares llega a las manos de los predicadores eléctricos en cantidades de 25 ó 50 dólares a la vez. Por ejemplo, Jerry Falwell pudiera recibir 10.000 cartas en un día típico, y más de la mitad de ellas contienen contribuciones.
Un prisionero de Pontiac, Michigan, quedó sorprendido cuando recibió una petición escrita por computadora en la que le pedían 35 dólares. ¿Por qué? Dice él: “La nota hecha por la computadora explicaba que un amigo mío, que prefería permanecer anónimo, había . . . pedido que se hiciera por el aire una oración especial a favor mío . . . La oración se había hecho, pero mi amigo no había dado respuesta a la ‘tarjeta de donación’ que se le había enviado posteriormente. ¿Sería yo tan amable como para enviarles un cheque?”
A veces se pide dinero de manera más sutil. Un observador dijo: “El otro día vi un espectáculo de televisión que resumió mis temores acerca de las transmisiones religiosas pagadas. Durante el programa, el predicador hizo que en la pantalla de televisión aparecieran dos números telefónicos. Los televidentes podían llamar gratuitamente a un número para dar contribuciones, pero había que pagar por la llamada al otro número, que era para las personas que querían consejo.”
¿Por qué se solicita dinero constantemente?
Una razón para esto es que la Iglesia Eléctrica debe su existencia a mucha tecnología muy costosa. La mayoría de las personas que transmiten programas religiosos jamás podrían competir con la programación regular de otras cadenas de televisión que transmiten para el grueso de la población estadounidense. Francamente, cuando se transmite un programa religioso la mayoría de las personas apagan el televisor. El problema que afronta la Iglesia Eléctrica es: ¿Cómo pueden llegar a la dedicada minoría de televidentes que desean ver programas religiosos?
¿La respuesta? “Revoluciones en la tecnología del satélite, adelantos en el modo de emplear computadoras y el advenimiento del servicio de ‘cablevisión’ y nuevos arreglos de transmisión están convirtiendo a los Estados Unidos en una aldea global y están haciendo económico el limitado transmitir a un grupo relativamente pequeño de partidarios,” declara la revista Forbes. “¿Qué importa que no todo el mundo quiera ver un programa religioso? . . . La televisión, al igual que las revistas, ahora puede complacer a auditorios especializados.”
El resultado es un arreglo económico diferente para la Iglesia Eléctrica. Los televidentes no apoyan estos programas indirectamente por medio de comprar algún jabón en escamas que se haya anunciado en el programa. Más bien, tienen que apoyar los programas directamente con sus contribuciones. La tarea de solicitar fondos y asegurarse de que estas contribuciones sigan llegando se ha convertido en una operación masiva por computadoras para la mayoría de las estrellas de la Iglesia Eléctrica. El ordenador es tan vital para la Iglesia Eléctrica como lo es la pantalla de televisión.
La constante necesidad de obtener dinero atrapa a los predicadores eléctricos en un ciclo de desarrollo rápido o quiebra. Se comienzan grandes proyectos de construcción como “catedrales” o universidades u hospitales y luego se hacen súplicas desesperadas a los fieles para que contribuyan más dinero para “terminar la obra de Dios.” Como dijo un banquero de la localidad acerca de una de las superestrellas de la Iglesia Eléctrica: “Solamente hay un problema con un ministerio como el de Jerry. No puede dejar de recoger dinero; si lo hace, todo se desploma.”
Este aspecto de la Iglesia Eléctrica pudiera recordar a cristianos concienzudos las palabras de Jesús que se encuentran en el Sermón del Monte. Jesús declaró enfáticamente: “Nadie puede servir como esclavo a dos amos; porque u odiará al uno y amará al otro, o se apegará al uno y despreciará al otro. No pueden ustedes servir como esclavos a Dios y a las Riquezas.”—Mat. 6:24.
Puesto que los predicadores de la Iglesia Eléctrica necesitan constantemente una vasta cantidad de contribuciones de sus televidentes, ¿se tomarían ellos el riesgo de ofender a estos televidentes? Difícilmente. No sorprende que la teología de la Iglesia Eléctrica sea simplista y busque su propia satisfacción. Como lo dijo la revista Forbes: “No pregunte qué pueda hacer usted por su religión; pregunte, más bien, qué puede hacer su religión por usted.”
Hasta algunos simpatizantes de la Iglesia Eléctrica admiten que es de poco contenido. Como declaró el teólogo evangélico Carl F. Henry: “Mucha de la religión televisada gira demasiado en torno a experiencias, es demasiado escasa en sentido doctrinal como para que suministre una alternativa apropiada a la actual confusión religiosa y moral.” En otras palabras, la religión de la televisión no puede realmente ayudar a resolver los problemas de la vida.
Harvey Cox, profesor en divinidad de Harvard, declaró que, en vez de eso, los predicadores de la Iglesia Eléctrica “están simplemente perpetuando y profundizando los valores de una cultura consumidora materialista. Están ayudando a la gente a aceptar valores muy superficiales, mientras prometen salvación fácil dentro del marco más comercial que pudiera haber.”
¿Cómo armoniza este mensaje con la advertencia de Jesús de que el camino a la vida no es fácil, sino difícil... “angosta es la puerta y estrecho el camino que conduce a la vida, y pocos son los que la hallan”? (Mat. 7:14) ¿Dan a entender esas palabras que usted puede obtener la vida eterna por medio de sencillamente sintonizar el Canal 21?
Considere esta otra advertencia de Jesucristo: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz [madero de tormento, Traducción del Nuevo Mundo] cada día, y sígame.” (Luc. 9:23, Versión Moderna) ¿Se niega uno a sí mismo y toma su “cruz” por plantarse diariamente ante un televisor? ¿Puede Jesucristo realmente aprobar una religión que promete a las personas una salvación fácil —sin madero de tormento, sin negarse a sí mismo— sencillamente a cambio de un cheque mensual al “ministerio mundial televisivo” de alguien?
Más bien, parece como si la Iglesia Eléctrica fuera un ejemplo del siglo veinte de lo que el apóstol Pablo advirtió a Timoteo cuando le dijo: “Porque habrá un período de tiempo en que no soportarán la enseñanza sana, sino que, de acuerdo con sus propios deseos, acumularán para sí mismos maestros para que les regalen los oídos; y apartarán sus oídos de la verdad, siendo que serán desviados a cuentos falsos.”—2 Tim. 4:3, 4.
¿Por qué están dispuestas ciertas personas a dar millones de dólares para apoyar la Iglesia Eléctrica? Porque se les está diciendo lo que desean oír. Tienen la seguridad de que Dios les va a contestar sus oraciones. No tienen que repudiarse a sí mismas ni ‘llevar una cruz’ ni hacer el trabajo que Cristo hizo, pero están “salvas” y Dios las ama... siempre y cuando sigan enviando esos cheques.
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(Última modificación: 22 May, 2020, 08:47 AM por
zito3369.)