10 Dec, 2020, 03:08 AM
Dos y media de la mañana, hora de Ecuador.
Frágil, llorando y con montón de dudas regresé a casa.
Trabajé sólo ocho horas el día de ayer, se supone que cada día sonrío, soy feliz en realidad allá en la bodega aunque me saque la madre (como decimos los ecuatorianos cuando queremos expresar que hay sobre esfuerzo), los colegas se toman fotos y salgo feliz allí... Llego a casa y todo bien.
Me he dedicado a trabajar, logré algo casi impensable en mi país, encontrar un trabajo en una empresa grande durante la pandemia.
Si es de agradecerle a los dioses por eso, agradecido quedo, pero la estabilidad la tuve que ganar yo, a punta de sudor durante los tres meses de prueba que superé con éxito. Soy un obrero más, despachador de mercadería en la bodega central de una de las cadenas de comida y ferretería del país. Feliz estoy de ello.
El trabajo es agradable, consideran todos los beneficios de la ley, me regalan el almuerzo y el expreso.
Como dije: eso sí, hay que sudar, armando pallets de mercadería, despachando mercadería, etiquetando y un largo etc.
El asunto es que... casi no tengo tiempo para nada. Y eso está bien.
Pero a la vez... no me ha permitido tener tiempo para terminar esto que considero un duelo, aun hay días en los que pierdo el sueño y no puedo dormir, como hoy.
Pienso en miles de cosas...
Miles de cosas.
Y todo por la maldita secta.
ESA MALDITA SECTA que condicionó mi vida.
Pienso en cómo pude haber logrado tantas cosas, pero no hice por dedicarle mi vida a esos mentirosos, a esos malditos embusteros.
Porque es lo que mas rabia da, impotencia, no se está dedicado a ningún dios allí dentro, uno como tonto se dedica a lo que digan ocho vagos, o los que estén de turnos en la central mundial.
Y no es que piense que está mal mi trabajo, estoy agradecido con él, pero es inevitable no pensar en cómo o dónde estuviera si hubiera sido una persona normal, sin pertenecer a la secta.
Quería siempre ser abogado, decía a mí mismo que me asentaba... pero deseaba estudiar en la rama de psiquiatría y me apasionaba criminología, cosas poco comunes y algo especiales en el país mediocre que vivo pero era lo que le gustaba al yo adolescente.
El tarado yo que reprimió todos estos deseos normales e hizo caso a lo que las atalayas decían.
¿Y si hubiera triunfado en ello? ¿Y si me hubiera ido bien?
¿Y si fracasaba? Eso último es de lo que se aprovecha la secta. Lo que me da rabia, maldita secta, ¿por qué no dejan que se equivoquen o fracasen (supuestamente) quienes desean estudiar algo más? Sería el fracaso de ellos, sin imposiciones por medio. Pero ahí meten sus narices. Eso no es amor, es sectario y excesivamente controlador.
Odio y maldigo a sus atalayas, despertad y demás publicaciones basuras que lo único que lograr es dormir nuestro cerebro para creer que elegimos lo "más espiritual", cuando es sólo un maldito chantaje para mantener un colectivo...
Y aquí estoy, en medio de la madrugada una vez más pensando en esto porque no lo he superado aún, me cuesta.
Y sé que tengo sólo 24 años, ya lo sé.
Comento a personas esto y todos me dicen que estoy joven, ya lo sé. Ya lo sé.
Estoy cansado de escuchar que estoy joven y sí, espero poder hacer algo con mi vida... pero en estos primeros meses totalmente fuera de la secta lo único que quisiera que entiendan, y nosotros también cuando escuchemos a otros, es que los conceptos los sabemos, estamos en su mayoría de veces muy conscientes de la realidad. Lo que nos faltan son fuerzas, ánimos, energías para hacerlo que sabemos que debemos hacer.
Algunos le toma mas tiempo que otros... yo quisiera que en mi caso no sea "más", porque literalmente esto está poniendo mi semblante más y más acabado.
No tengo aún ni las energías, ni los ánimos y ni las fuerzas aún.
Odio a la maldita secta y sus mentiras.
Me ha agotado totalmente. Más que el trabajo.
Paso mucho tiempo pensando en cosas relacionadas a esta vida de mentira que la secta creo en mí, que me agota excesivamente mi cerebrito.
Y aquí estoy, en medio de la nada.
Sabiendo que hacer pero sin el motor para empezar.
Les juro amigos y amigas del foro... aún sigo con depresión.
Y espero pronto librarme de todas estas cadenas, aún están aferrados a mí muchos residuos...
Residuos que por ahora no me dejan ser feliz.
¡Ya tres am aquí, luego de resactar estas líneas...
Gracias por leer mis pensamientos locos, pero hoy sí estaba hecho miércoles, con muchas lágrimas y quería escribir... sobre mi triste existencia, sobre lo fracasado que a día de hoy soy.
Sé que el párrafo no dice mucho pero quiero dormir un par de horas más antes de redactar algo breve que adionalmente quería compartirles.
Yo les envío un abrazo, a todos.
Los quiero pero también los quiero verles lejos de las políticas sectarias de Watchtower
Por hoy, junto a la lluvia que cae, ya fueron suficientes lágrimas.
Perdonen a este loco que ya no sabía cómo más contarles lo que hoy sentía.
Frágil, llorando y con montón de dudas regresé a casa.
Trabajé sólo ocho horas el día de ayer, se supone que cada día sonrío, soy feliz en realidad allá en la bodega aunque me saque la madre (como decimos los ecuatorianos cuando queremos expresar que hay sobre esfuerzo), los colegas se toman fotos y salgo feliz allí... Llego a casa y todo bien.
Me he dedicado a trabajar, logré algo casi impensable en mi país, encontrar un trabajo en una empresa grande durante la pandemia.
Si es de agradecerle a los dioses por eso, agradecido quedo, pero la estabilidad la tuve que ganar yo, a punta de sudor durante los tres meses de prueba que superé con éxito. Soy un obrero más, despachador de mercadería en la bodega central de una de las cadenas de comida y ferretería del país. Feliz estoy de ello.
El trabajo es agradable, consideran todos los beneficios de la ley, me regalan el almuerzo y el expreso.
Como dije: eso sí, hay que sudar, armando pallets de mercadería, despachando mercadería, etiquetando y un largo etc.
El asunto es que... casi no tengo tiempo para nada. Y eso está bien.
Pero a la vez... no me ha permitido tener tiempo para terminar esto que considero un duelo, aun hay días en los que pierdo el sueño y no puedo dormir, como hoy.
Pienso en miles de cosas...
Miles de cosas.
Y todo por la maldita secta.
ESA MALDITA SECTA que condicionó mi vida.
Pienso en cómo pude haber logrado tantas cosas, pero no hice por dedicarle mi vida a esos mentirosos, a esos malditos embusteros.
Porque es lo que mas rabia da, impotencia, no se está dedicado a ningún dios allí dentro, uno como tonto se dedica a lo que digan ocho vagos, o los que estén de turnos en la central mundial.
Y no es que piense que está mal mi trabajo, estoy agradecido con él, pero es inevitable no pensar en cómo o dónde estuviera si hubiera sido una persona normal, sin pertenecer a la secta.
Quería siempre ser abogado, decía a mí mismo que me asentaba... pero deseaba estudiar en la rama de psiquiatría y me apasionaba criminología, cosas poco comunes y algo especiales en el país mediocre que vivo pero era lo que le gustaba al yo adolescente.
El tarado yo que reprimió todos estos deseos normales e hizo caso a lo que las atalayas decían.
¿Y si hubiera triunfado en ello? ¿Y si me hubiera ido bien?
¿Y si fracasaba? Eso último es de lo que se aprovecha la secta. Lo que me da rabia, maldita secta, ¿por qué no dejan que se equivoquen o fracasen (supuestamente) quienes desean estudiar algo más? Sería el fracaso de ellos, sin imposiciones por medio. Pero ahí meten sus narices. Eso no es amor, es sectario y excesivamente controlador.
Odio y maldigo a sus atalayas, despertad y demás publicaciones basuras que lo único que lograr es dormir nuestro cerebro para creer que elegimos lo "más espiritual", cuando es sólo un maldito chantaje para mantener un colectivo...
Y aquí estoy, en medio de la madrugada una vez más pensando en esto porque no lo he superado aún, me cuesta.
Y sé que tengo sólo 24 años, ya lo sé.
Comento a personas esto y todos me dicen que estoy joven, ya lo sé. Ya lo sé.
Estoy cansado de escuchar que estoy joven y sí, espero poder hacer algo con mi vida... pero en estos primeros meses totalmente fuera de la secta lo único que quisiera que entiendan, y nosotros también cuando escuchemos a otros, es que los conceptos los sabemos, estamos en su mayoría de veces muy conscientes de la realidad. Lo que nos faltan son fuerzas, ánimos, energías para hacerlo que sabemos que debemos hacer.
Algunos le toma mas tiempo que otros... yo quisiera que en mi caso no sea "más", porque literalmente esto está poniendo mi semblante más y más acabado.
No tengo aún ni las energías, ni los ánimos y ni las fuerzas aún.
Odio a la maldita secta y sus mentiras.
Me ha agotado totalmente. Más que el trabajo.
Paso mucho tiempo pensando en cosas relacionadas a esta vida de mentira que la secta creo en mí, que me agota excesivamente mi cerebrito.
Y aquí estoy, en medio de la nada.
Sabiendo que hacer pero sin el motor para empezar.
Les juro amigos y amigas del foro... aún sigo con depresión.
Y espero pronto librarme de todas estas cadenas, aún están aferrados a mí muchos residuos...
Residuos que por ahora no me dejan ser feliz.
¡Ya tres am aquí, luego de resactar estas líneas...
Gracias por leer mis pensamientos locos, pero hoy sí estaba hecho miércoles, con muchas lágrimas y quería escribir... sobre mi triste existencia, sobre lo fracasado que a día de hoy soy.
Sé que el párrafo no dice mucho pero quiero dormir un par de horas más antes de redactar algo breve que adionalmente quería compartirles.
Yo les envío un abrazo, a todos.
Los quiero pero también los quiero verles lejos de las políticas sectarias de Watchtower
Por hoy, junto a la lluvia que cae, ya fueron suficientes lágrimas.
Perdonen a este loco que ya no sabía cómo más contarles lo que hoy sentía.