[Fortion Bare]

En unos días expulsarán a un buen amigo de mi congregación. Por su confesión, puedo percibir que tiene pocos o ningún interés por regresar (y es por eso mismo que puedo preveer en qué acabará todo). Pensé que tenía mucho más controladas mis emociones pero la realidad es que estoy sufriendo muchísima ansiedad, no importa lo mucho que intente racionalizarla, me doy cuenta lo mucho que me falta trabajar en ello.

Recuerdo hace unos años, cuando expulsaron a otro buen amigo, lo mucho que batallé con la ansiedad. Lloré mucho, escribía cómo me sentía, me desahogaba con otro amigo, el proceso se extendió por meses. En aquel entonces aún estaba mucho más convencido de estar en "la Verdad". Me consolaba viendo que estaba dando los pasos para ser readmitido. Cosa que finalmente sucedió. Me sentí feliz y por fin logré sentirme tranquilo.

Aunque la ansiedad hoy se comienza a sentir igual, mis pensamientos son diferentes, quizá más confusos. Por un lado me da gusto por él que finalmente logre salir adelante y esté afuera. Admito que no se va por las mejores razones que hubiera querido y me preocupa que en su derrotero "rebelde" termine causándose daños. Espero estar equivocado. Espero que logre encender esa chispa que aquí ya no tenía. Como PIMO por ahora no me queda otra que mantenerme a una distancia segura. Y duele mucho, aunque ya no vea la expulsión algo tan terrible e incluso peor que estar muerto, como te dicen en la Organización. Aún así, me queda ese sabor agridulce de que algo muy bueno y muy malo esta pasando al mismo tiempo. Quizá es también ese malestar propio de cuestionarse hasta cuándo uno va a permanecer aquí (toda mi familia lo está). Y llevar una carga terrible de no poder confesar mi sentir a nadie más.

Y a falta de poder confesarlo, solo se me ocurre venir esta noche a importunarlos y sacar un poquito de esa angustiosa molestia que llevo por dentro. Ustedes disculpen.

[Cubamia]

Como PIMO por ahora no me queda otra que mantenerme a una distancia segura.
Ok, Explícate mejor. No estas acuerdo con la expulsión. Sin embargo, llevaras a cabo su práctica de shunning; es lo mismo. Disculpa sin ofender. No te entiendo. Temo que estas confundido y con disonancia cognitiva.

[Anciano Señalado]

En unos días expulsarán a un buen amigo de mi congregación. Por su confesión, puedo percibir que tiene pocos o ningún interés por regresar (y es por eso mismo que puedo preveer en qué acabará todo). Pensé que tenía mucho más controladas mis emociones pero la realidad es que estoy sufriendo muchísima ansiedad, no importa lo mucho que intente racionalizarla, me doy cuenta lo mucho que me falta trabajar en ello.

Recuerdo hace unos años, cuando expulsaron a otro buen amigo, lo mucho que batallé con la ansiedad. Lloré mucho, escribía cómo me sentía, me desahogaba con otro amigo, el proceso se extendió por meses. En aquel entonces aún estaba mucho más convencido de estar en "la Verdad". Me consolaba viendo que estaba dando los pasos para ser readmitido. Cosa que finalmente sucedió. Me sentí feliz y por fin logré sentirme tranquilo.

Aunque la ansiedad hoy se comienza a sentir igual, mis pensamientos son diferentes, quizá más confusos. Por un lado me da gusto por él que finalmente logre salir adelante y esté afuera. Admito que no se va por las mejores razones que hubiera querido y me preocupa que en su derrotero "rebelde" termine causándose daños. Espero estar equivocado. Espero que logre encender esa chispa que aquí ya no tenía. Como PIMO por ahora no me queda otra que mantenerme a una distancia segura. Y duele mucho, aunque ya no vea la expulsión algo tan terrible e incluso peor que estar muerto, como te dicen en la Organización. Aún así, me queda ese sabor agridulce de que algo muy bueno y muy malo esta pasando al mismo tiempo. Quizá es también ese malestar propio de cuestionarse hasta cuándo uno va a permanecer aquí (toda mi familia lo está). Y llevar una carga terrible de no poder confesar mi sentir a nadie más.

Y a falta de poder confesarlo, solo se me ocurre venir esta noche a importunarlos y sacar un poquito de esa angustiosa molestia que llevo por dentro. Ustedes disculpen.

Creeme que trato de ser lo más empático posible, y ponerme en tu lugar, y como alguien que llegó a tener al mismo tiempo hasta 3 hermanos expulsados, y que he tenido varios amigos que lo han sido, debo decirte que el que quiere puede.

Si quieres seguir teniendo el contacto con tu amigo, lo vas a lograr, solo está en ti la decisión, pero si quieres hacerlo, encontrarás la forma. Tienes una ventaja: dices que él no tiene intenciones de volver, eso es una ventaja porque algunos aunque son expulsados siguen creyendo en la organización y creen que es incorrecto que les hables o los trates, ellos mismos cortan el contacto con uno, pero si no es su caso, las cosas sin más fáciles. De inicio seguro tienes su número telefónico, pueden seguir conversando, pueden seguir mandando mensajes, sin necesidad de tocar asuntos "espirituales", interesate simplemente en su bienestar personal.

Dices que te preocupa que tome un derrotero que le puede afectar, lo siento, pero cada quien es libre de hacer lo que quiera, no se lo puedes impedir, eso sí, lo puedes aconsejar, pero solo en él está la decisión de hacer o no las cosas, y si sus decisiones lo llevan a la cárcel, o contraer una enfermedad, a perder dinero, o lo que sea, será por sus decisiones personales... A veces incluso como testigos desprogramados llegamos a pensar que al menos la religión evita que nos metamos en problemas innecesarios, pero no vayas a creer que tu amigo estaría mejor siendo testigo que ni siéndolo, él y solo él es dueño de su derrotero.

Y por último, aunque no sé de dónde eres o donde vives, a menos que vivas en un pequeño pueblo o ciudad donde solo hay un cine, una sola plaza o pocos lugares para comer, puedes verte con él en cualquier lugar, si te da pendiente que te vean los hermanos, busca un lugar que no esté ni tan cerca ni tan lejos de casa, que una estúpida religión no trunque su amistad, la verdad es que a estas alturas me doy cuenta que un 50% de los testigos sí aplica las normas sobre los expulsados plenamente, el otro 50% no, así que, ¿Por qué cortar la relación con tu amigo cuando puede que incluso tus ancianos no cortan relación con sus hijos expulsados?

Espero que tomes la mejor decisión, un abrazo.

[elohim2002]

Las cosas están cambiando porque los testigos están cambiando.

Y muchos ya no están dispuestos a seguir normas absurdas como la de no dirigir la palabra ni tener asociación con personas expulsadas. No hay razón bíblica y mucho menos humana para hacerlo.

Solamente cuando haya una cantidad razonable de testigos que se nieguen a aplicar según qué normas, las cosas cambian. Esto mismo es lo que ha ocurrido con el tema de las barbas.

La organización tiene que acabar YA con la política de expulsión. No quiero emocionarme, y no quiero generar falsas expectativas, pero creo que todo lo que está ocurriendo ahora mismo (las investigaciones en Australia, Bélgica, Japón, Noruega... las sentencias perdidas como en España...) van a contribuir decisivamente a que haya un cambio de actitud en este aspecto, como ya lo ha habido en cierto modo con el cambio de doctrina de que ahora cualquiera que se vaya de los testigos puede volver hasta la Gran Tribulación (algo totalmente novedoso y al que hemos dado poca atención en el foro). Ojalá no me equivoque y podamos ver esto muy pronto.

Y esto mismo aplica a otros temas conflictivos que no tienen ninguna base bíblica como las fiestas de cumpleaños y las transfusiones de sangre, dos doctrinas que jamás debieron existir porque NI SON BÍBLICAS ni mucho menos es algo que Dios exige a sus siervos.

Si el CG quiere sobrevivir debe cambiar, entre otras cosas, lo que acabo de comentar: la expulsión, las fiestas y la sangre.

[Fortion Bare]

En unos días expulsarán a un buen amigo de mi congregación. Por su confesión, puedo percibir que tiene pocos o ningún interés por regresar (y es por eso mismo que puedo preveer en qué acabará todo). Pensé que tenía mucho más controladas mis emociones pero la realidad es que estoy sufriendo muchísima ansiedad, no importa lo mucho que intente racionalizarla, me doy cuenta lo mucho que me falta trabajar en ello.

Recuerdo hace unos años, cuando expulsaron a otro buen amigo, lo mucho que batallé con la ansiedad. Lloré mucho, escribía cómo me sentía, me desahogaba con otro amigo, el proceso se extendió por meses. En aquel entonces aún estaba mucho más convencido de estar en "la Verdad". Me consolaba viendo que estaba dando los pasos para ser readmitido. Cosa que finalmente sucedió. Me sentí feliz y por fin logré sentirme tranquilo.

Aunque la ansiedad hoy se comienza a sentir igual, mis pensamientos son diferentes, quizá más confusos. Por un lado me da gusto por él que finalmente logre salir adelante y esté afuera. Admito que no se va por las mejores razones que hubiera querido y me preocupa que en su derrotero "rebelde" termine causándose daños. Espero estar equivocado. Espero que logre encender esa chispa que aquí ya no tenía. Como PIMO por ahora no me queda otra que mantenerme a una distancia segura. Y duele mucho, aunque ya no vea la expulsión algo tan terrible e incluso peor que estar muerto, como te dicen en la Organización. Aún así, me queda ese sabor agridulce de que algo muy bueno y muy malo esta pasando al mismo tiempo. Quizá es también ese malestar propio de cuestionarse hasta cuándo uno va a permanecer aquí (toda mi familia lo está). Y llevar una carga terrible de no poder confesar mi sentir a nadie más.

Y a falta de poder confesarlo, solo se me ocurre venir esta noche a importunarlos y sacar un poquito de esa angustiosa molestia que llevo por dentro. Ustedes disculpen.

Creeme que trato de ser lo más empático posible, y ponerme en tu lugar, y como alguien que llegó a tener al mismo tiempo hasta 3 hermanos expulsados, y que he tenido varios amigos que lo han sido, debo decirte que el que quiere puede.

Si quieres seguir teniendo el contacto con tu amigo, lo vas a lograr, solo está en ti la decisión, pero si quieres hacerlo, encontrarás la forma. Tienes una ventaja: dices que él no tiene intenciones de volver, eso es una ventaja porque algunos aunque son expulsados siguen creyendo en la organización y creen que es incorrecto que les hables o los trates, ellos mismos cortan el contacto con uno, pero si no es su caso, las cosas sin más fáciles. De inicio seguro tienes su número telefónico, pueden seguir conversando, pueden seguir mandando mensajes, sin necesidad de tocar asuntos "espirituales", interesate simplemente en su bienestar personal.

Dices que te preocupa que tome un derrotero que le puede afectar, lo siento, pero cada quien es libre de hacer lo que quiera, no se lo puedes impedir, eso sí, lo puedes aconsejar, pero solo en él está la decisión de hacer o no las cosas, y si sus decisiones lo llevan a la cárcel, o contraer una enfermedad, a perder dinero, o lo que sea, será por sus decisiones personales... A veces incluso como testigos desprogramados llegamos a pensar que al menos la religión evita que nos metamos en problemas innecesarios, pero no vayas a creer que tu amigo estaría mejor siendo testigo que ni siéndolo, él y solo él es dueño de su derrotero.

Y por último, aunque no sé de dónde eres o donde vives, a menos que vivas en un pequeño pueblo o ciudad donde solo hay un cine, una sola plaza o pocos lugares para comer, puedes verte con él en cualquier lugar, si te da pendiente que te vean los hermanos, busca un lugar que no esté ni tan cerca ni tan lejos de casa, que una estúpida religión no trunque su amistad, la verdad es que a estas alturas me doy cuenta que un 50% de los testigos sí aplica las normas sobre los expulsados plenamente, el otro 50% no, así que, ¿Por qué cortar la relación con tu amigo cuando puede que incluso tus ancianos no cortan relación con sus hijos expulsados?

Espero que tomes la mejor decisión, un abrazo.

Gracias @"Charles Fiasco Rusell", tienes mucha razón y creo que sí puedo hacer mucho de lo que tú comentas. Algo que lo complicará, es que otros miembros de su familia siguen siendo TJ, así que habrá que hacerlo de forma muy discreta. 

Y sí, como mencionas en tu último párrafo, se me vienen a la mente varias familias que defendieron, o defienden, mucho esta postura de la expulsión pero en la actualidad mantienen trato con sus familiares expulsados.

[Fortion Bare]

Las cosas están cambiando porque los testigos están cambiando.

Y muchos ya no están dispuestos a seguir normas absurdas como la de no dirigir la palabra ni tener asociación con personas expulsadas. No hay razón bíblica y mucho menos humana para hacerlo.

Solamente cuando haya una cantidad razonable de testigos que se nieguen a aplicar según qué normas, las cosas cambian. Esto mismo es lo que ha ocurrido con el tema de las barbas.

La organización tiene que acabar YA con la política de expulsión. No quiero emocionarme, y no quiero generar falsas expectativas, pero creo que todo lo que está ocurriendo ahora mismo (las investigaciones en Australia, Bélgica, Japón, Noruega... las sentencias perdidas como en España...) van a contribuir decisivamente a que haya un cambio de actitud en este aspecto, como ya lo ha habido en cierto modo con el cambio de doctrina de que ahora cualquiera que se vaya de los testigos puede volver hasta la Gran Tribulación (algo totalmente novedoso y al que hemos dado poca atención en el foro). Ojalá no me equivoque y podamos ver esto muy pronto.

Y esto mismo aplica a otros temas conflictivos que no tienen ninguna base bíblica como las fiestas de cumpleaños y las transfusiones de sangre, dos doctrinas que jamás debieron existir porque NI SON BÍBLICAS ni mucho menos es algo que Dios exige a sus siervos.

Si el CG quiere sobrevivir debe cambiar, entre otras cosas, lo que acabo de comentar: la expulsión, las fiestas y la sangre.

Sí, justo escribí al respecto en una entrada aquí hace un tiempo.

https://extj.co/foro/showthread.php?tid=...1#pid88031

Yo creo que con la presión que están ejerciendo cada vez más los gobiernos, en algún punto van a ceder y hacer algún cambio. Ya lo han comenzado a hacer, pues ahora se la piensan dos veces para sacar un video (recordemos el que fue eliminado de la regional pasada) o texto donde se indique explícitamente el ostracismo al que someten a sus ex miembros. Dijo Morris "Puede que nos presionen para que cambiemos nuestras creencias, ¡pero eso nunca lo vamos a hacer!". La realidad es que en cuanto el CG vea afectados severamente sus intereses económicos, en cuanto vea en riesgo el jugosos sistema de jubilación que han implementado y que les permite a estos viejos vivir despreocupada y acomodadamente sus últimos días, los "principios bíblicos" tendrán que reinterpretarse.

Espero que justamente lo que está pasando ahorita en España sí genere un escandalo tremendo que sacuda bastante la opinión mundial.