29 Jan, 2018, 04:54 PM
El estudio del Nuevo Testamento (NT) es de interés principalmente a cristianos que creen que es la palabra inspirada de Dios. Pero aparte de la importancia del NT en el ámbito religioso también lo es en sentido cultural y es fundamento, en muchos aspectos, de nuestra civilización occidental. El NT son documentos religiosos pero que también fueron escritos en un contexto histórico. Por esta razón el NT puede ser estudiado no solo por creyentes por su valor teológico sino también por su valor histórico.
El historiador trata de reconstruir lo que probablemente sucedió en el pasado en base a la información que puede ser examinada y evaluada por cualquier persona interesada. El acceso a esta información no depende de presuposiciones o creencias teológicas. El historiador no tiene acceso a lo que sucede en el ámbito sobrenatural, solo tiene acceso a lo que ocurre en el mundo natural. Por lo tanto, las conclusiones del historiador, en teoría, son accesibles y aceptables para todos sin importar que se sea hindú, budista, musulmán, judío, cristiano, ateo u otra cosa.
Para ilustrarlo, el historiador puede mencionar las similitudes y diferencias entre las ideas de Mohandas Gandhi y las de Martin Luther King Jr., pero no puede usar su conocimiento histórico para decir que las creencias de Gandhi acerca de Dios eran erróneas o que las ideas Martin Luther King Jr. eran las correctas.
El creyente está interesado en conocer a Dios, en como comportase, en que creer y sobre el significado de la vida. La historia no puede proveer tal información, pero tampoco puede probarla ni refutarla. El estudio histórico (también llamado critica textual) del NT es lo que se puede recuperar, recatar o reconstruir utilizando los medios científicos de la investigación histórica moderna.
Así que este estudio del NT describe por ejemplo como el evangelio de Juan llego a redactarse y cuál es su mensaje, pero este estudio no trata de convencer en creer o no en el evangelio de Juan. No trata de persuadir a creer que Jesús es el hijo de Dios o no, en cambio trata de establecer que fue lo que Jesús dijo en base a la información histórica disponible. No discute si la Biblia es la palabra inspirada de Dios o no, más bien demuestra cómo se obtuvo esta colección de libros e indica que dicen. Esta información muy bien puede ser de algún uso para el creyente, pero sin lugar a dudas lo será para aquella persona, sea creyente o no, interesada en la historia del cristianismo primitivo y su literatura.
Bibliografía:
The New Testament A historical introduction to the early Christian writings. Bart D. Ehrman.
Un judío Marginal Tomo I. John P. Meier