02 Jun, 2017, 03:38 PM
La Biblia, obra y producto de hombres de la antigüedad, resultado de la religión local del antiguo Israel y su política, y las influencias culturales que se cruzaron con ella.
Toda la serie de sucesos que se desarrollaron en torno a ella, y las condiciones que favorecieron que así fuera, parece que no pudo ser en otra parte del planeta a manera similar a como no pudo ser que en otro lugar sino en china que se inventara la pólvora y de ahí se esparciera al mundo, o que en otro lugar de la tierra sino en Grecia se desarrollara la filosofía, entre tantos ejemplos(en general invenciones, descubrimientos, ideas).
Las condiciones favorecen la evolución de los fenómenos. Pudo haber sido en otro lugar que se originaran esas cadenas de sucesos, pero no ocurrió, sino solo donde las condiciones eran favorables.
Ahora que la ciencia moderna nos sirve de herramienta para analizar mejor cada vez algo, nos damos cuenta de estas cosas.
La biblia tiene la misma validez cultural como la tienen otras obras religiosas escritas homólogas de cualquier otra cultura o pueblo, en cuanto a dignas de tenerlas en estima en un museo, de analizarlas como pieza que nos ayude a entender parte de nuestra historia humana. Para no repetir errores.
Pero guiar nuestra vida en la actualidad y futuro por cualquier obra de esas dignas de museo no es una idea que nos lleve al mayor bienestar y progreso como individuos y como humanidad. Basta ver hacia atrás el resultado cuando así se ha hecho y compararlo con el resultado de cuando no se hace así y prevalece el uso de la razón y el conocimiento científico.
Toda la serie de sucesos que se desarrollaron en torno a ella, y las condiciones que favorecieron que así fuera, parece que no pudo ser en otra parte del planeta a manera similar a como no pudo ser que en otro lugar sino en china que se inventara la pólvora y de ahí se esparciera al mundo, o que en otro lugar de la tierra sino en Grecia se desarrollara la filosofía, entre tantos ejemplos(en general invenciones, descubrimientos, ideas).
Las condiciones favorecen la evolución de los fenómenos. Pudo haber sido en otro lugar que se originaran esas cadenas de sucesos, pero no ocurrió, sino solo donde las condiciones eran favorables.
Ahora que la ciencia moderna nos sirve de herramienta para analizar mejor cada vez algo, nos damos cuenta de estas cosas.
La biblia tiene la misma validez cultural como la tienen otras obras religiosas escritas homólogas de cualquier otra cultura o pueblo, en cuanto a dignas de tenerlas en estima en un museo, de analizarlas como pieza que nos ayude a entender parte de nuestra historia humana. Para no repetir errores.
Pero guiar nuestra vida en la actualidad y futuro por cualquier obra de esas dignas de museo no es una idea que nos lleve al mayor bienestar y progreso como individuos y como humanidad. Basta ver hacia atrás el resultado cuando así se ha hecho y compararlo con el resultado de cuando no se hace así y prevalece el uso de la razón y el conocimiento científico.