25 Aug, 2019, 11:12 AM
Variantes en los textos
Para terminar esta serie de datos bíblicos y con referencia al tema que tratamos más arriba, de las infinitas variantes e interpolaciones que existen en el texto «sagrado», cito del mismo libro unos párrafos más arriba:
«Cuando se hizo una edición moderna del Nuevo Testamento en inglés, basada no en los originales de Etiene (que eran de 1550 y los más antiguos que hasta entonces habían podido usar los traductores ingleses) sino en el Codex Sinaíticus (del siglo IV) que se conserva en el British Museum de Londres, solamente en el Nuevo Testamento hubo que hacer unos 6.000 cambios para corregir el texto anterior de la biblia del King James —que hasta entonces había sido la oficial de la iglesia angloparlante— y de esos 6.000 cambios alrededor de 1.500 hacían cambiar el sentido al versículo.
Seis mil cambios en cuanto a la traducción inglesa. Pero lo que la mayoría de los cristianos no saben es que en el propio Codex Sinaiticus hay alrededor de 16.000 correcciones en el texto, y en muchísimos casos una palabra ha sido variada dos y tres veces, de acuerdo a la «inspiración» del que en aquel momento revisaba el códice, que se tomaba la libertad de cambiar palabras sencillamente porque no le gustaban[3]».
¡Y estos son los «originales» que nos han servido para las traducciones que en la actualidad manejamos!
Como el lector ve, las cosas no están nada claras en lo que se refiere al texto mismo de la biblia y eso que no hemos hecho más que arañar ligeramente el tema, porque no queremos apartarnos de nuestro propósito fundamental.
Casi lo mismo se puede decir de la tan traída y llevada «inerrancia» que en otros tiempos suscitó tremendas discusiones entre los teólogos
Para terminar esta serie de datos bíblicos y con referencia al tema que tratamos más arriba, de las infinitas variantes e interpolaciones que existen en el texto «sagrado», cito del mismo libro unos párrafos más arriba:
«Cuando se hizo una edición moderna del Nuevo Testamento en inglés, basada no en los originales de Etiene (que eran de 1550 y los más antiguos que hasta entonces habían podido usar los traductores ingleses) sino en el Codex Sinaíticus (del siglo IV) que se conserva en el British Museum de Londres, solamente en el Nuevo Testamento hubo que hacer unos 6.000 cambios para corregir el texto anterior de la biblia del King James —que hasta entonces había sido la oficial de la iglesia angloparlante— y de esos 6.000 cambios alrededor de 1.500 hacían cambiar el sentido al versículo.
Seis mil cambios en cuanto a la traducción inglesa. Pero lo que la mayoría de los cristianos no saben es que en el propio Codex Sinaiticus hay alrededor de 16.000 correcciones en el texto, y en muchísimos casos una palabra ha sido variada dos y tres veces, de acuerdo a la «inspiración» del que en aquel momento revisaba el códice, que se tomaba la libertad de cambiar palabras sencillamente porque no le gustaban[3]».
¡Y estos son los «originales» que nos han servido para las traducciones que en la actualidad manejamos!
Como el lector ve, las cosas no están nada claras en lo que se refiere al texto mismo de la biblia y eso que no hemos hecho más que arañar ligeramente el tema, porque no queremos apartarnos de nuestro propósito fundamental.
Casi lo mismo se puede decir de la tan traída y llevada «inerrancia» que en otros tiempos suscitó tremendas discusiones entre los teólogos