07 May, 2021, 01:33 AM
(07 May, 2021, 01:02 AM)Metamorfosis escribió: Así que debería tomar una decisión sobre lo que va a hacer:
- Aguantar...
- Tratar de "despertar" al cónyuge...
- Dar fin al matrimonio, conociendo las consecuencias...
Las tres son decisiones DIFICILES... escoja la que considere mejor... pero NO debería comprometer su salud emocional...
TRISTEMENTE:
Agua y ajo: es algo que seguirá hasta la muerte, un dolor que nunca para y a medida que pasa el tiempo es mas intolerable. a medida que se avanza en tiempo, cambiar de pareja es mas difícil y traumático, además que se requiere mucha tolerancia personal, digna de mártires o santos... y cuidado con los PROLAPSOS (incluidos los mentales)
Despertar al conyugue : Casi imposible. todo lo comentado siempre es importante, pero admitámoslo: hasta que haya un desdén ("injusticia") por parte de los ancianos que comprometa su fidelidad, es casi imposible lograr un cambio... se precisa mejorar la tolerancia por parte de AMBOS para las creencias, cosa que en "muy espirituales" es mínimo... mientras mas "creyente, fiel y espiritual" menor tolerancia existe.
El naufragio: Admitámoslo también... NO HAY SALIDA DIGNA DE LA SECTA. se pierden familiares, amigos y hasta empleo siempre... E igualmente, a mayor edad, es mas difícil el iniciar de nuevo. Dejar todo atrás, incluidas propiedades (la esposa se suele quedar con la casa en los divorcios! además, agregar pensión y extras) no es una idea que aun sin pertenecer a la secta es costeable... Es necesario un plan de escape forjado en AÑOS para poder abandonar todo.
Visto lo anterior, porque salirse de la secta? ah! ya, la salud mental... porque aguantar de por vida es dolor interminable... el duelo de tener que empezar de nuevo es mas traumático, cierto, PERO ES UN DOLOR QUE TERMINA SUPERANDOSE CON EL TIEMPO. Con todo, la mejor opción es abandonar todo... incluido familiares... SALVO, si se tiene la paciencia de Job.
Si Lucifer fue capaz de incitar una rebelión en el cielo, eso significa celos, envidia y violencia en el cielo pese a prometerte un paraíso perfecto