05 Oct, 2023, 01:20 AM
Cuando un publicador activo pasa a publicador inactivo su status jurídico para la pseudo-religión cambia drásticamente: aunque ambos son publicadores, al pasar de una situación a la otra automáticamente se polarizan, existiendo un mundo entre el uno y el otro.
La idea que tiene la pseudo-religión de un inactivo es: persona que deja de informar actividad en el servicio del campo y que también deja de asistir a las reuniones. Ese es el concepto prototípico de un publicador inactivo. Para ellos continúa siendo un hermano (un publicador), pero ahora pasa ser considerado como cuasi un desasociado. Un sí, pero no.
Como el inactivo ya no se reúne, al igual que con los expulsados, los ancianos tienen la obligación de programar con una visita anual para el inactivo.
El problema para la pseudo-religión viene con una nueva situación que se está dando en las congregaciones: la existencia de un gran número de publicadores inactivos que SI asisten a las reuniones y hasta comentan en las mismas. Descoloque total. Pero, técnicamente, ese grupo, aunque vayan a las reuniones, asambleas y comenten, sigue siendo catalogado como inactivo.
A los publicadores activos, anualmente se les programa una “visita de pastoreo”.
A los publicadores inactivos, anualmente se les programa una "visita". Una simple visita, que no de pastoreo.
Esta última, como la que se programa para los expulsados, tiene como finalidad infundir ánimo y estímulo para atraer al rebaño a la oveja perdida. Sin más.
Así que tus ancianos han aceptado su papel de que te tienen que simplemente “visitar” (no visita de pastoreo) y aunque, como ya se ha comentado por otros, conviene concertar una cita, esto último tampoco es ni necesario ni obligatorio. Se pueden presentar en tu casa sin avisar, como cuando predican puerta a puerta.
La clave en este asunto no está en la liturgia de esta visita sino en ti. En tu actitud y reacción. Yo estoy en tu misma situación. Ya lo comenté en otra entrada en este foro cómo respondí ante la pretensión de una visita por parte de los ancianos. Les agradecí su gesto pero le dije al anciano que contactó conmigo que actualmente me encuentro donde quiero estar y que no necesito ningún ánimo ni estímulo para moverme hacia la posición donde ahora no quiero estar. Que no quería hacerles perder el tiempo ni tampoco tenía tiempo para perder en una reunión sin sentido. Concluí con un lacónico “seguiremos viéndonos por aquí (por el salón del reino), cada vez que pueda venir”.
Quinto Mucio Escévola
La idea que tiene la pseudo-religión de un inactivo es: persona que deja de informar actividad en el servicio del campo y que también deja de asistir a las reuniones. Ese es el concepto prototípico de un publicador inactivo. Para ellos continúa siendo un hermano (un publicador), pero ahora pasa ser considerado como cuasi un desasociado. Un sí, pero no.
Como el inactivo ya no se reúne, al igual que con los expulsados, los ancianos tienen la obligación de programar con una visita anual para el inactivo.
El problema para la pseudo-religión viene con una nueva situación que se está dando en las congregaciones: la existencia de un gran número de publicadores inactivos que SI asisten a las reuniones y hasta comentan en las mismas. Descoloque total. Pero, técnicamente, ese grupo, aunque vayan a las reuniones, asambleas y comenten, sigue siendo catalogado como inactivo.
A los publicadores activos, anualmente se les programa una “visita de pastoreo”.
A los publicadores inactivos, anualmente se les programa una "visita". Una simple visita, que no de pastoreo.
Esta última, como la que se programa para los expulsados, tiene como finalidad infundir ánimo y estímulo para atraer al rebaño a la oveja perdida. Sin más.
Así que tus ancianos han aceptado su papel de que te tienen que simplemente “visitar” (no visita de pastoreo) y aunque, como ya se ha comentado por otros, conviene concertar una cita, esto último tampoco es ni necesario ni obligatorio. Se pueden presentar en tu casa sin avisar, como cuando predican puerta a puerta.
La clave en este asunto no está en la liturgia de esta visita sino en ti. En tu actitud y reacción. Yo estoy en tu misma situación. Ya lo comenté en otra entrada en este foro cómo respondí ante la pretensión de una visita por parte de los ancianos. Les agradecí su gesto pero le dije al anciano que contactó conmigo que actualmente me encuentro donde quiero estar y que no necesito ningún ánimo ni estímulo para moverme hacia la posición donde ahora no quiero estar. Que no quería hacerles perder el tiempo ni tampoco tenía tiempo para perder en una reunión sin sentido. Concluí con un lacónico “seguiremos viéndonos por aquí (por el salón del reino), cada vez que pueda venir”.
Quinto Mucio Escévola
"Explicaciones extraordinarias requieren evidencias extraordinarias y lo que puede ser afirmado sin pruebas, puede ser rechazado sin pruebas" (Christopher Eric Hitchens)
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